Tampoco existen para la 4T los periodistas críticos —son “adversarios”— pero sí aquellos “independientes” que acudieron el viernes pasado a Palacio Nacional a corear. Es un honor, estar con Obrador”
Chiapas es víctima de la violencia entre los cárteles. Y aunque Palenque está vigilado por el Ejército y la Guardia Nacional, las visitas han descendido.
Varios marcan a mi celular, pero no hay respuesta. “¿Recuerda el número de la unidad?”, me pregunta uno de ellos. “¡Sí, es el 80!” Y me apura: “¡Súbase, ese taxi es del sitio Santo Domingo, la llevo...”
Lo que vi: decenas de trabajadores en plena acción a pesar de los sellos de suspensión y clausura. Levantan la obra a unos metros de la playa donde ya escasea la arena y abunda el sargazo. Alguien detecta las cámaras, hace una llamada telefónica y los albañiles se retiran
Decía la invitación: “Con su aporte y generosidad podemos enriquecer la lectura de nuestra historia. Sea parte de este acontecimiento que marcará la diferencia para México. ¡Muchas gracias!”
Arquitectos de todo el mundo, artistas y estudiantes la visitan con reverencia y salen por la puerta de la casa a la calle con el asombro y la belleza tatuados en los sentidos.
Los espectadores (vi desde bebés y estudiantes hasta gente muy mayor) pueden sentarse, acostarse o recorrer el espacio y experimentar cómo la obra les envuelve porque está en el techo, el suelo y los muros del cuarto convertidos en pantallas.
Hoy, 30 años después, el contexto en Chiapas es otro: el crimen organizado ha tomado, con absoluta impunidad, parte de la Sierra Madre y la Selva Lacandona...
Un tren les pasará por encima, igual que a todos los mexicanos. Ya ni los jaguares y demás fauna silvestre podrán beber agua en sus cenotes...
Con Ester, concertista y maestra de guitarra clásica y popular, se casa. Es el primer pintor mexicano en obtener la Beca Guggenheim y se van a Nueva York.