Nizhni Nóvgorod.— Suecia demostró en las eliminatorias que hay vida después de Zlatan Ibrahimovic y dejó fuera del Mundial a la tetracampeona Italia. Pero la prueba definitiva de que ha superado la pérdida del mejor futbolista de su historia comienza hoy, en su debut ante Corea del Sur.

Los nórdicos vuelven a una Copa del Mundo después de perderse las últimas dos citas.

“Tengo confianza en nuestro equipo y tengo la sensación de que estamos en condiciones de hacer algo grande”, aseguró el capitán Andreas Granqvist.

El técnico Janne Andersson, quien no quiso revelar su 11 inicial, confirmó que los 23 están listos para jugar y respondió sin desvíos la inevitable pregunta por el gran ausente, Ibrahimovic.

“Ya no es un tema en el equipo”, sentenció.

Andersson sabe de desafíos. Técnico experimentado, ganó fama en 2015 haciendo campeón de la Liga sueca al IFK Norrkoping y un año más tarde asumió la selección tras la Eurocopa 2016.

La estrategia de los asiáticos previa al Mundial es muy diferente a la nórdica y muy original.

Shin Tae-yong, técnico de Corea del Sur, admitió que cambió las camisetas de sus jugadores en partidos previos, para despistar al rival.

“Es muy difícil para los occidentales distinguir entre asiáticos, por eso lo hicimos”, soltó el entrenador del equipo asiático.

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