El mercado negro ofrece precios más atractivos para Saxenda, que puede encontrarse desde mil 200 pesos. La situación se repite con Victoza, cuyo precio más bajo se ubicó en 800 pesos. El panorama cambia por completo con Ozempic, cuyo costo se eleva hasta los 7 mil 500 pesos; más caro que su precio regular en farmacias.
Saxenda, Victoza, Ozempic y Wegoby, fármacos desarrollados para controlar el azúcar en la sangre, han sorprendido al mundo con un beneficio adicional: la pérdida de peso. Basados en la hormona GLP-1, aumentan saciedad y ralentizan la digestión, lo que provoca una reducción significativa de peso.
Su efectividad es tal que famosos como Elon Musk, Amy Schumer, Oprah Winfrey, Sharon y Kelly Osbourne, han declarado usar Ozempic y Wegoby, para bajar de peso.
Lee también: Se registran en México 9 partos de niñas al día
“Conocí Saxenda a través de la televisión, cuando estuvo el boom de las ‘Kardashians’, quienes la usaban para bajar de peso”, dijo en entrevista para EL UNIVERSAL Adriana Brad, de nacionalidad colombiana.
Sin embargo, la creciente popularidad de estos fármacos ha ocasionado su propia escasez en el comercio nacional y extranjero, así como un mercado negro en redes sociales para conseguirlos sin receta médica. Sin acompañamiento de especialistas, estos medicamentos pueden ocasionar daños graves a la salud, que pueden ir desde envenenamientos por contaminación hasta infartos por hipoglucemia.
Yo lo vi en TikTok; la “salida fácil” que anuncian en redes sociales
A través de redes sociales, como Instagram o TikTok, estos medicamentos han cobrado bastante popularidad. En dichas plataformas se pueden encontrar videos con más de 23 millones de vistas, ahí se exponen como una “salida fácil” donde basta con inyectarse para bajar de peso. La realidad es distinta.
“Antes de empezar el tratamiento, me hubiera gustado encontrar testimonios más realistas”, comentó Alexandra Aréchiga, una mujer usuaria de Saxenda para tratar su hipotiroidismo.
“Mucha gente piensa que es bueno, me inyecto y ya puedo comer lo que yo quiera”, aseveró en entrevista Carlos Cuevas, médico integrista. Sin embargo, no todas las personas pueden utilizar estos fármacos, pues se requiere una evaluación particular, considerando factores como el peso, la salud general, otros medicamentos que el paciente esté tomando, antecedentes médicos, etc.
Le damos precio; del desabasto a la venta ilegal
El creciente interés por Saxenda y Victoza como tratamientos para la obesidad ha generado un aumento en la demanda, lo que ha provocado dificultades de suministro en diversos países, incluyendo México.
“Me dicen a mí los laboratorios que les ha costado mucho trabajo crear el dispositivo con el que se aplica, básicamente están abriendo fábricas a nivel mundial para poder hacer los dispositivos y cubrir con las necesidades, porque los ha superado la oferta y la demanda”, explicó el Dr. Cuevas.
En nuestro país, este tipo de medicamentos sólo pueden adquirirse con receta médica. EL UNIVERSAL realizó una búsqueda en los sitios web de farmacias con presencia nacional. Saxenda estaba agotado en dos de cuatro farmacias, Ozempic en tres de cuatro y Victoza en las cuatro.
Lee también: Proyecto Narco Files, donde participa EL UNIVERSAL, gana Premio a la Excelencia Periodística 2024
Veida Hood, usuaria de Saxenda, con resistencia a la insulina, sufrió las consecuencias del desabasto del medicamento en Playa del Carmen. Al interrumpir abruptamente el tratamiento, experimentó una rápida reaparición de los síntomas. Al reiniciar la medicación, padeció una reacción adversa intensa: “me pasé un día entero vomitando, con fiebre y escalofríos”, relató.
Los precios de los medicamentos en farmacias autorizadas, varían según la cantidad de ampolletas y el gramaje. Por ejemplo, Saxenda con 3 ampolletas de 6 mg se vende por alrededor de 5 mil 500 pesos; una ampolleta de 6 mg ronda los 2 mil 100 pesos.
Por otro lado, Victoza de 3 ampolletas de 6 mg se comercializa a 3 mil 700 pesos y 1 ampolleta de 6 mg a mil 500 pesos. Con respecto a Ozempic, 1 ampolleta de 1.5 ml oscila en 4 mil 100 pesos y la ampolleta de 3 ml en 5 mil 300 pesos.
La escasez de estos fármacos ha impulsado un mercado negro en redes sociales, donde se comercializan a bajo costo y sin prescripción. En grupos de Facebook se puede encontrar Saxenda de 3 ampolletas de 6 mg a 3 mil pesos y de 1 ampolleta de 6 mg a mil 200 pesos.
En el caso de Victoza, 3 ampolletas de 6 mg se venden entre los 800 y mil 300 pesos, incluso con ventas por mayoreo. Respecto a Ozempic, 1 ampolleta de 1.5 ml. se oferta en 4 mil 900 pesos y la ampolleta de 3 ml en casi 7 mil 500 pesos. En este contexto, el precio aumenta respecto a las farmacias autorizadas.
Lee también: 7 especias milagrosas que ayudan a perder peso y son sencillas de conseguir
En agosto de 2023, la Cofepris emitió un comunicado sobre falsificación de Ozempic y su comercialización ilegal en plataformas de venta y redes sociales. Entre las anomalías se incluyen textos en idioma diferente al español y características de los empaques que no corresponden con las autorizadas en México.
En caso de identificar el medicamento a la venta con las características antes señaladas, la Cofepris recomienda realizar la denuncia sanitaria correspondiente.
El UNIVERSAL consultó a Novo Nordisk, la farmacéutica que fabrica y comercializa Saxenda y Victoza, acerca del desabasto y el mercado negro en México. La compañía dijo que turnaría la consulta al área correspondiente, pero al cierre de esta edición no se ha obtenido respuesta.
Lee también: Hay 20 casos del brote de Klebsiella oxytoca, informa SSa; Cofepris emite alerta sanitaria
Lo barato sale caro
Según los especialistas consultados, este tipo de medicamentos adquiridos en el mercado negro pueden ocasionar reacciones alérgicas. Otro riesgo es toparse dosis incorrectas, que pueden generar hipoglucemias graves, y con ello, incluso un infarto.
“El problema es cuando no sabes a qué te enfrentas, ni que te estás inyectando”, señaló el Dr. Cuevas.
Los medicamentos derivados de GLP-1 requieren refrigeración especial (de 2° C a 8° C, antes del primer uso) cuando no se les da el enfriamiento debido, pierden su eficacia o dejan de funcionar, también hay riesgo de contaminación bacteriana y, por lo tanto, posible envenenamiento.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
“No todos los efectos secundarios se presentan al mismo tiempo, un 30% o 40% de los pacientes los van a manifestar. Lo que se hace es medicar a la par para que no sufran”, explicó el Dr. Cuevas.
Entre los efectos secundarios más comunes están:
- Náuseas.
- Vómito.
- Disminución del apetito.
- Mareo.
- Estreñimiento.
- Inflamación.
- Diarrea.
- Reflujo.
- Eructos.
- Flatulencias.
- Distensión abdominal.
- Dispepsia.
- Fatiga.
- Hiperhidrosis.
- Hipoglucemia (puede provocar perturbación mental, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, irritabilidad y nerviosismo).
“Vomitaba como en el ‘El Exorcista’”, recordó Alexandra sobre su experiencia con Saxenda. A pesar de experimentar efectos secundarios intensos, la mujer destacó que los beneficios del tratamiento superaban los inconvenientes. “No es lo más bonito, pero ahora sí que, como el beneficio es mayor, te aguantas”, afirmó.
No obstante, un estudio reciente publicado en la revista Drugs in Contex, señala también efectos beneficiosos de Saxenda y Victoza.
- Protectores a nivel cardíaco, pacientes diabéticos presentan menos eventos vasculares cuando están usando los análogos de GLP1.
- Mejora la presión arterial.
- Mejora la función renal.
- Ayudan al tratamiento del hígado graso (no alcohólico).
- Ayuda al Alzheimer, es neuroprotector.
- Hepato protector.
- Revierte la hipertensión.
Veida, experimentó una notable mejora en su salud tras utilizar Saxenda. Sus niveles de glucosa, triglicéridos y lípidos pasaron de ser elevados a normales. Además, se le quitaron las manchas (acantosis nigricans) y verrugas que le salen a los diabéticos y regularizó si ciclo menstrual, ahora sus periodos son más cortos.
La clave detrás de buenos resultados, según especialistas, se encuentra en un tratamiento integral que va más allá los fármacos. “Se valora al paciente y lo ve tanto la nutrióloga, como el especialista, a la par. Hay pacientes que incluso se les canaliza con psiquiatría o con psicología”, explicó el Dr. Cuevas.
“Empecé a ir a terapias con una psicóloga, porque la comida, es un factor muy grande en mi vida, al que le doy un peso anormal”, contó Alexandra.
La mujer destacó que al tratarse de un medicamento que aumenta la saciedad, es fácil bajar de peso con una mala alimentación: “decir, oye, los únicos dos bocados que quiero dar en el día, me los trago en una dona”, por lo cual decidió acudir con un nutriólogo. “No son lo mismo los kilos que uno baja llenándose con media dona al día, que llenándose con proteína, como un bistec y una tortilla”, explicó.
Del mismo modo, Veida acompaña su tratamiento con una nutrióloga, y toma diversos multivitamínicos, como suplementos en la dieta.
En México, Saxenda, Victoza, Ozempic, Wegoby, sólo pueden ser recetados por médicos. Un nutriólogo, por ejemplo, no puede prescribir estos medicamentos, según lo establece el Artículo 28 Bis de la Ley General de Salud.
¿Qué tomar en cuenta antes de utilizar Saxenda y Victoza?
Antes de tomar cualquiera de estos medicamentos, los doctores y testimonios consultados recomiendan tener presente estos aspectos:
- Acudir con especialistas correspondientes y no automedicarse.
- Seguir las instrucciones del médico (todas, pero especialmente la dosis y el tiempo de aplicación).
- Tener presentes los efectos secundarios.
- Si no está bien dosificado desde el principio, los efectos secundarios son más elevados.
- Comprarlos de manera legal en comercios autorizados.
- Ser consciente de los altos precios de todo el tratamiento; los medicamentos, los análisis (cada tres o seis meses), las consultas con diversos especialistas, las dietas especiales, las vitaminas o suplementos alimenticios.
- Tener en consideración que el medicamento es una herramienta, no una solución definitiva.