El, que dirige Carlos Enrique Ruiz Abreu, rechazó que haya supervisado y asesorado la obra del nuevo edificio del , que construye la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Avenida Juárez 92, alcaldía Cuauhtémoc.

A través del posicionamiento 01/2024, la Dirección General del AGN explicó que el 1 de febrero de 2024 realizó un recorrido en la obra en desarrollo y que, a partir de eso, emitió únicamente “recomendaciones mínimas” que sugiere acatar para llevar a cabo el traslado de archivos a la sede de Juárez 92.

Esta postura la otorgó tras una petición de este medio, al terminar la entrevista que realizamos a Pedro Salmerón Sanginés, director del Archivo General Agrario. El historiador dijo entonces que el edificio cumple con todas las condiciones para un “archivo de primer nivel” y que “se hizo, además, bajo la asesoría directa del Archivo General de la Nación que es la cabeza de sector (...) Y en todo momento el Archivo General de la Nación ha estado supervisando y aprobando las características del nuevo edificio”.

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En el posicionamiento 01/2024, la Dirección General del AGN emitió sólo “recomendaciones mínimas” para la construcción del AGA. Foto: Especial
En el posicionamiento 01/2024, la Dirección General del AGN emitió sólo “recomendaciones mínimas” para la construcción del AGA. Foto: Especial

Según informó el AGN, las recomendaciones las remitió a la Dirección General del Archivo General Agrario en una única ocasión a través de un documento enviado este año y estaban enfocadas en adaptar las instalaciones que albergarán la documentación.

Entre sus sugerencias está solicitar a la empresa constructora el dictamen estructural del edificio para “garantizar que no existe riesgo al momento de ingresar la documentación a los depósitos durante la fase de construcción del resto del inmueble”, así como garantizar que no hay riesgo de afectaciones por sismos, temblores, incendios, inundaciones, entre otros situaciones.

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También señaló la importancia de tener una temperatura adecuada y deshumidificadores, medidores de temperatura y humedad, extintores y puertas de seguridad herméticas al polvo. El AGN también propuso protocolos de seguridad de resguardo y vigilancia de la documentación desde el traslado hasta el ingreso a las bóvedas.

“Dichas recomendaciones están enfocadas a una mitigación de riesgos para la documentación”, se lee en el documento.

Sin embargo, la Sedatu licitó el proyecto ejecutivo —el diseño arquitectónico que detalla las características de cada espacio que conforma el inmueble— desde 2022. Lo encargó a la empresa Organismo Promotor Logístico, S.A. de C.V., vinculada a amigos de Andrés López Beltrán, el hijo del presidente del país.

En las bases de la licitación para el diseño arquitectónico del edificio, la Sedatu, que dirige Román Meyer Falcón, no incluyó ninguna normatividad vinculada a archivos históricos como la Norma Mexicana NMX-R-100-SCFI-2018 de “acervos documentales-lineamientos para su preservación”, la Ley de Archivos de la Ciudad de México o algún señalamiento del Consejo Internacional de Archivos. La Sedatu no ha querido emitir comentarios respecto a esto, pese a la petición.

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Aunque el titular del Archivo General Agrario dice que desde el punto de vista del “Archivo General de la Nación, de los arquitectos, de los ingenieros, que hicieron las mediciones y el diseño y desde lo que hemos visto no hay absolutamente ningún riesgo” para la documentación que ya está presente en este edificio, el AGN no se pronunció sobre si avala esta obra.

En mayo pasado, publicó que uno de los mayores riesgos de este nuevo edificio era la asignación de sótanos para el resguardo de la documentación histórica, por considerárseles sitios tendientes a inundaciones, plagas y filtraciones de humedad.

El nuevo Archivo General Agrario se construye con recursos del Programa de Mejoramiento Urbano, enfocado a reducir el rezago urbano y social de los municipios más vulnerables del país. Es la inversión más grande que la Sedatu ha hecho en la Ciudad de México; con más de 2 mil millones de pesos pagados a varios contratistas dejó de lado las necesidades de alcaldías con índices de rezago importantes.

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