Lo inquietante se consumó. Donald Trump tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos y, en las primeras horas, firmó órdenes ejecutivas para cumplir sus duras promesas de campaña: combatir la migración y, adelantó, que el primero de febrero se aplicaría 25 por ciento de arancel a productos provenientes de México y Canadá.

Trump llega fortalecido y envalentonado a su segundo periodo como Presidente: su triunfo en las elecciones fue incuestionable, tiene el apoyo absoluto de su partido, cuenta con experiencia de cómo funciona la burocracia y está consciente de que es su último periodo en la Presidencia, por lo que intentará dejar huella en su gobierno.

Levanta la voz, no teme ofender y celebra sus decisiones pese a saber que afectarán el desarrollo de otras naciones.

Ante un Donald Trump 2.0, mexicanas y mexicanos debemos cerrar filas, estar unidos ante la adversidad y las amenazas pero, también, debemos contar con una Presidenta abierta a escuchar otras voces aunque representen una ideología distinta a la suya. Una mandataria presta a dialogar y a actuar con estrategia ante las decisiones de un Presidente expansionista y colonialista.

Se oye bien la frase “no están solos” o el programa “México te abraza”, que promete recibir y apoyar a los mexicanos que sean repatriados, pero lo que en realidad se requiere es una fuerte inversión en recursos humanos y materiales para hacer frente a una inminente crisis migratoria.

Por ejemplo, además de fortalecer los consulados y albergues para recibir a migrantes, el gobierno mexicano debe estar preparado para recibir a miles de hermanos migrantes que salieron de sus comunidades por falta de empleo o, lo que es peor, que fueron desplazados por grupos del crimen organizado.

Es decir, se fueron por falta de oportunidades o por violencia y ambos problemas están lejos de ser resueltos.

No podemos ser apáticos a la tragedia que puede venirse por deportaciones masivas: familias divididas, connacionales acorralados, falta de oportunidades, miedo, angustia, violaciones a sus derechos y dolor humano.

El reto es grande: evitar que la crisis migratoria se convierta en crisis humanitaria.

Otro de los temas en que Trump puso especial énfasis fue en seguridad: firmó una orden ejecutiva para declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, con lo que ese país podría aplicar medidas unilaterales en nuestro territorio.

Dicha acción podría ser consecuencia de la falta de coordinación, y sobre todo de confianza, entre ambas naciones, la cual se hizo evidente en el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada, el 25 de julio del año pasado, en El Paso, Texas. Situación que a la fecha no ha sido clara y que ha generado una ola de violencia en Culiacán durante varios meses.

Estoy convencida de que no es momento de dividir o descalificar, es momento de buscar canales de comunicación con nuestro principal socio comercial. Hago votos por que en ambas naciones prevalezca la cooperación y el respeto a la soberanía.

Para enfrentar el desafío Donald Trump, México necesita menos ideología y más pragmatismo.

Apunte final

Qué mal por el gobernador de Durango, Esteban Villegas, de tomar de la muñeca a la Presidenta, Claudia Sheinbaum, obligándola, de esta manera, a escucharlo. Hay dos lecturas: un acto machista o un acto de desesperación para ser escuchado.

Ciudadana

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