El último día del 2020, hace ya un año y unos días, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Decreto Presidencial para eliminar el cultivo de maíz transgénico y su utilización en la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, así como la sustitución progresiva del herbicida glifosato para enero de 2024. El Decreto llegó y es un gran avance, pero nos sigue faltando difusión, sobre todo en los estados, donde están los productores.
Recordemos que en el 2015 el herbicida glifosato fue clasificado por la a Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como probable carcinógeno en humanos (Grupo 2A) y está asociado a una amplia variedad de efectos dañinos a la salud y a la diversidad biológica, reportados en una amplia literatura científica.
Al igual que los transgénicos tienen una grave repercusión en los ecosistemas, afectando la biodiversidad y la gran diversidad de maíces nativos en México, así como daños a la salud humana.
Se ha demostrado que la agricultura industrial y su paquete tecnológico que incluyen a los transgénicos y al glifosato no han acabado con el hambre en el mundo como lo prometieron; y por el contrario han ocasionado mayor desigualdad , pérdida de soberanía alimentaria , mayor contaminación y daños a la salud humana.
Es por eso que la publicación del Decreto por el gobierno Federal es un paso necesario para avanzar hacia una producción agroecológica que preserve la biodiversidad y la agrobiodiversidad forjada en manos campesinas desde hace milenios, dándonos la oportunidad de gozar de un medio ambiente sano y un sistema agroalimentario sostenible, saludable y culturalmente adecuado.
Hay que enfatizar que el Decreto fue determinado por la presidencia de la República en respuesta a una lucha de muchos tiempo, de organizaciones campesinas, de consumidores, académicos, investigadores, artistas e intelectuales que han denunciado que los transgénicos y su paquete tecnológico ocasionan daños a la salud humana y medioambiental.
Por lo tanto la publicación e implementación del decreto presidencial de sustitución y eliminación del glifosato y maíz transgénico es competencia y responsabilidad del gobierno federal. Quedando establecido como un compromiso de regulación de la administración federal vigente.
Sin embargo, la falta de difusión de información sobre el decreto, principalmente en las comunidades, y al carecer de información precisa sobre el decreto y sus beneficios, lejos de generar tranquilidad y certeza entre las comunidades se puede generar un tema de confrontación y hostilidad.
Por lo tanto, es urgente que las autoridades federales realicen una campaña de difusión culturalmente adecuada y adaptada a la población, pero también dirigida a las instituciones de gobierno competentes. Hay que informar que el decreto sobre la prohibición del glifosato es competencia y responsabilidad del gobierno federal.
Esta campaña de comunicación sobre el decreto debe darse a conocer por todos los medios posibles y a todas las comunidades, el origen, contexto, objetivo, beneficios, así como los tiempos de implementación del decreto presidencial del uso del glifosato a fin evitar la tergiversación o manipulación de la información que puedan resultar en confrontaciones entre productoras y productores.