Termina el 2025 entre tumbos, la 4T bajo asedio de sus propios cuadros, con un factor común: la corrupción. Lo vimos, salieron al descubierto escándalos que hundieron la bandera de su causa, arrastrando con ello a los hijos de Andrés Manuel y “empresarios” intocables, que al igual que en sexenios anteriores, formaron sus círculos de poder. Sin duda López Obrador es un emulador de la frase de su homólogo José López Portillo, Andy “es el orgullo de su nepotismo”.
Es costumbre, cada anualidad, rematamos con números rojos, teñidos por las tragedias. La de este, la explosión de una pipa en el puente de ‘La Concordia’, vaya nombre para que mueran inocentes y, en las últimas horas, el descarrilamiento del Tren Interoceánico. Medios afirman que son resultados de graves omisiones. En ambas desventuras ya sabemos el prólogo, la impunidad es el sello nacional. Por cierto, el ferrocarril fue construido por “valerosos” marinos con la “honrosa” supervisión de Bobby López Beltrán y es operado por navales.
El naciente ciclo plantea enormes desafíos para los mexicanos, si bien no habrá elecciones, nos obliga a reflexionar sobre el futuro del país que queremos. Mientras en otras latitudes con toda naturalidad y sin agitaciones, han superado las diferencias limitándolas a las urnas, aquí lo contrario, la diatriba divisoria de Palacio de ricos y pobres, malos y buenos, sumidos en amplias regiones en el desgobierno, para muestra Sinaloa y Zapopan con balaceras a plena luz del día, dista de lo que pasa fuera.
2026 supondrá el cierre de la negociación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, siendo el eje el vecino del norte y su discurso proteccionista, alejado del multilateralismo. La Casa Blanca apunta su esfuerzo para que regresen las fábricas que se fueron al sur de su frontera y presionará con aranceles, medidas intervencionistas, mayor combate a los narcoterroristas y mejores controles migratorios. El fondo es que nuestra economía priorizó a los compradores extranjeros, descuidando la importancia del consumo interno, hay que pagar el costo de eso.
En lo político América Latina en vaivenes, de izquierda a derecha, en extremos, y como el efecto ‘mariposa’ lo que sucede a miles de kilómetros nos repercutirá, sin embargo, carecemos de liderazgos, ni siquiera el intento de crearlos, ni en el oficialismo, ni en la extraviada oposición. Por lo pronto veremos comicios en Brasil, Perú, Colombia, Costa Rica y Haití, laboratorios que permitirán observar la capacidad de las estructuras para reconocer cambios sin miedos ni sorpresas.
Son tantos los temas que el espacio se achica, quizá el principal la violencia. No debemos continuar simulando que no ocurre nada, pensando que el silencio ayuda, dando la espalda a tan sombrías condiciones. En seis meses seremos anfitriones de un mundial más de futbol y justo en la periferia del estadio Akron, sede del evento, madres buscadoras encontraron cientos de bolsas con restos humanos, esa es la cruda realidad.
¿Ser positivos? Tenemos la República debilitada, con instituciones menospreciadas, con la población viviendo brutales tiroteos, desapariciones y sin la visibilidad de paz inmediata.
Quisiera escribir buenaventura. No la encuentro, por el momento. Aprecio su lectura y espero que el nuevo año traiga bonanza, felicidad y salud a Usted y los suyos.

