Vaya horas las que hemos vivido con el asunto de la invasión rusa a

. Sin conocer de geopolítica, ni de los trasfondos detrás de los países en conflicto, la realidad es que el deporte profesional se ha visto afectado. El deporte tiene una connotación sociocultural muy importante que pocas veces nos atrevemos a explorar.

Entiendo las razones. Llamado “ Pan y Circo ” o “ El opio de los pueblos ”, el deporte-espectáculo históricamente ha tenido un papel de entretenimiento de masas. Estoy generalizando, pero es importante acotarlo, porque siempre ha existido una generación de intelectuales que desestima otros potenciales del deporte, para encasillarlo en un simple distractor para las multitudes.

Hay muchos episodios, donde el deporte ha sido intervenido para fines políticos, apoyar causas (algunas nobles y otras no tanto), y su potencial de unir y reunir a las personas en torno a un evento es muy atractivo para hacer llegar mensajes.

Basta recordar muy rápido el tema Argentina ‘78 , donde se sabe que la dictadura en turno usó el deporte para ratificar sus mensajes, o cuando el rugby —por momentos— unificó a la dividida población sudafricana en el Gobierno de Nelson Mandela .

Los momentos negativos en los que el deporte ha sido utilizado como herramienta política han hecho que las instituciones que los rigen sean “apolíticas”, pero es una forma elegante de rechazar el papel que sí pueden asumir. Ser estandartes de causas. Por eso, vemos que el refugio en Latinoamérica ha ido hacia la mercadotecnia social.

Por eso, está siendo interesante ver cómo algunas instituciones y deportistas están generando mensajes sobre el conflicto bélico que está sucediendo en Ucrania . Por ejemplo, Sebastian Vettel , excampeón de la Fórmula Uno , aseguró que no asistirá al Gran Premio de Rusia este año. La misma presión se siente en la UEFA con la final de la Champions League .

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Algunos equipos e instituciones están evaluando los patrocinios con empresas rusas. Los casos más evidentes han sido los de Haas , en la Fórmula Uno , o el equipo alemán Schalke 04 , que decidió eliminar a la marca rusa Gazprom del pecho de su jersey, como protesta. La UEFA está evaluando sus acciones.

Y no podemos dejar de lado las muestras de solidaridad en los partidos de la misma Champions , donde seguro miles de millones vimos al Barcelona y al Nápoli con ese mensaje de “ STOP WAR ”. Un mensaje poderoso. Todavía habrá mucho que ver y analizar de esta situación, pero lo que es innegable es que el deporte tiene una función muy importante dentro de una sociedad, y eso es una responsabilidad enorme.

PD: “Nunca pienses que la guerra, no importa su necesidad o su justificación, no es un crimen”. Frase atribuida a Ernest Hemingway .

@vic

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