Lidiar con una persona difícil de leer y anticipar sus actos y reacciones es muy complicado. Hablamos de un mayor grado de complejidad si a eso se le suma que esa relación se da en un contexto de negociación donde hay un desequilibrio de poder en contra. Y si agregamos que se trata con el líder de la nación más poderosa, entonces hablamos de una peligrosa misión donde el más mínimo error puede desencadenar una serie de graves reacciones que afectarán a todo un país.
Pero si algo ha demostrado la Dra. Claudia Sheinbaum es el porqué es la Presidenta de México. Ha hecho patente virtudes republicanas, y en el marco de la ardua relación bilateral con su homólogo estadounidense, ha logrado lo que otros líderes mundiales no han podido: influir en algunas de sus decisiones. Con base en una firme voluntad de trabajar en una relación sostenida en los principios de no injerencia ni intervención, ni sometimiento con cualquier nación, la mandataria federal ha logrado anotar dos victorias para evitar la aplicación de aranceles a exportaciones mexicanas.
Recordemos que esta semana venció el plazo que inicialmente había concedido el presidente Donald Trump para pausar la aplicación de los aranceles de 25% a importaciones provenientes de México, tras una llamada con la jefa del Ejecutivo Federal para detener los flujos de cruces migratorios ilegales y de drogas, particularmente fentanilo. Fiel a su estilo, el jefe de la Casa Blanca cerró los márgenes de negociación con sus socios comerciales para ampliar la exención y cumplió su amenaza, señalando que fue insuficiente el trabajo de México y Canadá en esas materias.
Debido a otras variables, era poco probable evitar la imposición de aranceles. Además de ser su estilo de negociación, es posible que la prensa negativa que le provocó el episodio con su par ucraniano Volodímir Zelenski la semana pasada pudo haber orillado al presidente Donald Trump a enviar un mensaje de poder. Y considerando que el día de la aplicación de los aranceles fue el mismo cuando da un gran discurso ante el Congreso de ese país, cumplir su amenaza a sus socios comerciales era la mejor forma. Luego entonces, el jefe de la Casa Blanca sostuvo llamadas con su homólogo canadiense y con la dra. Claudia Sheinbaum. Fue contrastante que mientras el resultado de la comunicación con el primer ministro Justin Trudeau fue un cruce de acusaciones y críticas, la Presidenta de México salió victoriosa y logró convencerlo de exentar de los aranceles por un mes a todos los productos mexicanos considerados en el T-MEC por un mes.
Es relevante destacar que, a diferencia de Canadá, el presidente Donald Trump le reconoció a la líder de México que ambas administraciones han trabajado duro para reducir el paso de inmigrantes y fentanilo, además de agradecerle por la cooperación. Estos elogios del republicano han sido escasos a mandatarios de otros países.
También es importante señalar que desde la transición de gobierno en Estados Unidos y una vez que tomó posesión su par estadounidense, la presidenta Claudia Sheinbaum ha enfrentado la presión de la opinión pública en México. Fue criticada por no reunirse con su homólogo estadounidense como sí lo hizo el premier canadiense. Luego con la aplicación de los aranceles, gran parte del círculo rojo y la oposición la cuestionaron porque el trabajo del gabinete de seguridad, donde destaca la entrega de 29 narcotraficantes a ese país, el decomiso de estupefacientes y detenciones de traficantes y generadores de violencia, y otras acciones relevantes del gobierno federal no sirvieron para evitar la imposición de aranceles.
Sin embargo, tras el convencimiento al jefe de la Casa Blanca, nuevamente la Presidenta de México le dio la vuelta a estos cuestionamientos, haciendo gala de una capacidad poco vista en la clase política mexicana, e incluso internacional, de aguantar la presión doméstica y exterior para no confrontar visceralmente a su par norteamericano y mantener una diplomacia objetiva para tejer finamente la relación bilateral ante un nuevo paradigma.
Una líder también tiene un gran equipo a quienes les deposita su confianza y confía en ellos para que la ayuden a resolver problemas. Si con base en los resultados fue que la jefa del Ejecutivo Federal convenció al presidente Trump de exentar los productos mexicanos bajo el T-MEC hasta abril, fue precisamente porque hubo resultados que respaldaron la petición. De ahí que también merecen reconocimiento el Secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente; el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch; el Secretario de la Defensa Nacional, General Ricardo Trevilla; el Secretario de la Marina, Almirante Raymundo Pedro Morales; el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero; el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma; Marcela Figueroa, Secretaria Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública; y el jefe de Unidad para América del Norte, Roberto Velasco.
El presidente Benito Juárez dijo que “una voluntad firme y constante de hacer el bien superará las más graves dificultades.”. Hoy es evidente que la dra. Claudia Sheinbaum está a la altura de las circunstancias y que su voluntad y trabajo están con México. Sería un error fatal quienes la subestimen por creer que la relación con Estados Unidos la distrae de la política nacional. Por eso sostengo que tenemos mucha Presidenta.
Abogado y activista