"Los políticos tenemos que vivir como vive la mayoría y no como vive la minoría" —Pepe Mujica
Estas dos palabras: política y congruencia a menudo no coinciden y menos en estos tiempos donde el escenario político en el mundo tiene sus contradicciones, en muy pocos casos vemos la congruencia de los políticos en su actuar y en su lenguaje, pero aquellos que actúan bajo la coherencia de sus pensamientos y principios pasan a la historia para convertirse en líderes.
Uno de estos líderes acaba de fallecer hace unos días. Sin duda la congruencia en su pensamiento y en su actuar lo dotó de un carisma muy especial, me refiero al político José Mujica, expresidente de Uruguay.
El martes pasado colapsaron las redes sociales por la lamentable pérdida de Pepe Mujica a sus 89 años, el propio Presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, confirmaba su muerte.
Al día siguiente, el cortejo fúnebre era acompañado por los uruguayos y su gobierno por las principales calles de Montevideo; el Presidente de Brasil, Lula da Silva, declaró tres días de luto nacional en su país.
El líder político Mujica fue un hombre de contrastes. Tomó las armas, fue apresado y torturado, pero también tomó decisiones contundentes a favor de los desfavorecidos, fue todo un rebelde como Nelson Mandela, Lech Walesa y otros.
En mi texto “De la Protesta a la Participación Ciudadana” lo llamé el rebelde preso y transcribí una entrevista concedida al entonces periodista Jacobo Zabludovsky, cuyo mensaje político es de mucha valía:
“Yo soy sobrio. Casa chica, pocas piezas, pocas cosas que limpiar, no preciso sirvienta, tengo intimidad en mi casa, puedo andar en calzoncillos, como se me ocurre y se acabó. Y todo simple. Y me voy rápido a hacer las cosas que tengo que hacer. Y me arreglo con mi compañera.
No cuestiono a otros que precisen para ser de muchas piezas. Pero que no me cuestionen mi libertad. Eso es una libre elección. Ahora, por ser presidente no voy a cambiar mi forma de vivir.
Porque yo, cuando discutí el programa, en ninguna parte estaba que tenía que cambiar eso y no cambié. Sigo teniendo los mismos amigos, voy a los mismos boliches, lo que puedo. Yo no tengo la culpa si a otros se les suben los humos a la cabeza.
Si hay algunos que se creen Dios es porque salieron presidentes, miran desde la altura y precisan un palacete. Yo no critico a nadie.
Pero yo en esa no entro. ¿Por qué? Porque la inmensa mayoría en mi pueblo vive como yo, y menos. Entonces, es republicano que el presidente tenga el nivel medio en la sociedad a la que pertenece. Por otro lado, desde el punto de vista de la riqueza, estoy al borde de los 80 años, ¿qué me iba a poner a juntar plata ahora? ¿Para qué? ¿Para qué quiero la plata? ¿Voy a ir a un supermercado y le voy a decir: véndame 10 años más de vida? No. Estoy ahí a una para salir, como cualquiera. Tiene sentido. Veo a algunos veteranos que no les alcanza nada y juntan y juntan. Quieren más plata. La verdad es que eso yo no lo puedo entender. Y lo aprecio en mi manera de ser. Así nomás, de sencillo".
Así es que, para todos los iniciados, adeptos, aprendices y maestros de la política, les sirva como referente la congruencia de un hombre que transformó a su país y trascendió su espíritu honesto y que es reconocido en casi todo el mundo.
"Una persona como Pepe Mujica no muere. Se fue su cuerpo, su cara. (...) Es un ser humano superior", dijo el presidente de Brasil, Lula da Silva.
Activista, Maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.
@UlrichRichterM
js