El monopólico y gigante tecnológico Google pretende congraciarse con el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Después de su fallida estrategia política al haber financiado la campaña de Kamala Harris y que su propia abogada en los juicios por monopolio, Karen Dunn, curiosamente sea la misma que la de la candidata derrotada.

Y ante el desastroso resultado en las elecciones al apoyar a la candidata demócrata, hoy el gigante tecnológico quiere agradar al nuevo presidente y, para ello, ha anunciado que cambiará en Google Maps el nombre de Golfo de México a Golfo de América.

Si escarbamos un poquito más sobre el rol del gigante, descubrimos que es un gran simulador y pruebas de ello existen en el territorio azteca.

En efecto, mi querido lector, Google LLC. (antes Google Inc.) junto con Google México, presentaron un contrato de licencia de marcas que, según ellos, tiene sus efectos desde el 2005, pero en esa época ni siquiera sus apoderados trabajaban en Google México, ni en Google Inc. y, por ende, no tenían tales poderes. De ese tamaño se las gastan, tan grande como el propio Golfo de México.

No sólo eso, dicho contrato de licencia lo inscribieron ante la autoridad marcaria varios años después hasta el 2017, lo que prueba -de nuevo- que crearon un documento para utilizarlo en la defensa de sus marcas, pero así, al igual que las vastas aguas del Golfo de México, existen diversos acontecimientos de que Google es un gran simulador, como lo es ese supuesto contrato. Otro ejemplo de su doble papel es su principio fundamental “no seas malvado” (don´t be evil), que es únicamente un eslogan publicitario, ya olvidado, para simular que es una empresa 100 por ciento positiva.

Cuenta con un Código de Ética que simulan cumplir, pues te puedo compartir que en él se indica que no podrán contratar a ninguna persona por conflicto de intereses, pero en la práctica hacen lo contrario.

Tan solo te comento que la serie de simulaciones ya se encuentran en las aguas del Golfo de México para que un capitán de navío determine si Google es un simulador o no.

Además, como está documentado, el citado gigante tecnológico, un día dice que tiene oficinas en México y al siguiente lo niega según le convenga a sus seudo estrategias, ya no digamos ilegales sino dilatorias. Y hoy, en el plano internacional se enfoca en querer satisfacer al nuevo presidente, sin embargo, es claro que en la Casa Blanca, Google tiene otro enemigo cercano, el propio Elon Musk, quien tiene un diferendo personal con el ruso nacionalizado estadunidense Sergey Brin. Sin duda le pondrán muchos obstáculos al cofundador de Google y a la propia empresa, para que pueda navegar en el “Golfo de América”.

Al tiempo de los vientos, que las aguas del Golfo de México lleguen a su cauce y se declare al motor de búsqueda como un gran simulador que, incluso, ha violado sus reglas de gobierno corporativo. No sobra decirte, que los almirantes de Google reconocieron que a sus apoderadas les otorgaron sus poderes hasta el año 2013 y por ello, carecían de facultades para firmar el contrato en la fecha que dicen que surtía efectos, esto es 2005.

Sería bueno que los nuevos sabuesos de Trump visiten tierra azteca, pues se llevarían varias sorpresas, ya que en México pueden tener uno de los asuntos más escandalosos de corrupción a las leyes y al compliance officer de una empresa emisora de la Bolsa de Nueva York.

Así que en esencia Google no es un buscador sino un gran simulador. Por ello, el gigante deberá tener cuidado, no se vaya a ahogar en las aguas del Golfo de México.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”. @UlrichRichterM

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios