Hoy se enfrentan dos gigantes, uno es un líder político con amplia experiencia: “Lula” da Silva, y el otro, es un genio pitagórico de la tecnología: Elon Musk. En efecto, se confrontan el poder político vs el poder tecnológico.
El conflicto tiene su origen a partir de que un Juez del Supremo Tribunal Federal ordenó en todo Brasil la suspensión de “X”, antes Twitter, ante la negativa de Elon Musk para nombrar un representante legal en ese país, a fin de cumplir con ciertas órdenes judiciales. Veamos quién es cada uno de ellos:
Como lo mencioné en mi obra titulada “De la protesta a la participación ciudadana”, Luiz Inácio Lula da Silva nació en Garanhuns, estado de Pernambuco, el 27 de octubre de 1945. Apodado Lula por sus familiares, compaginó la escuela primaria con el trabajo como limpiabotas, vendedor ambulante y recadero. Siguió un curso en el Servicio Nacional de Industria, para la formación profesional, y se especializó como tornero mecánico en 1963.
En 1966 fue contratado por Industrias Villares, de São Bernardo do Campo, donde se inició en el sindicalismo. En 1972 fue elegido secretario del sindicato metalúrgico local, que pasó a presidir tres años más tarde, convirtiéndose en líder de 90 mil obreros de la zona industrial más importante del país.
El 10 de febrero de 1980, al amparo de la amnistía y la tímida apertura, fundó en São Paulo el Partido de los Trabajadores (PT), de orientación socialista, con apoyo sindical y de varios intelectuales, clérigos y profesores.
Después de varios intentos para ser presidente de Brasil, Lula partió ahora de una visión menos radical del combate, con lo que pasó de líder obrero a político profesional. La política brasileña experimentó un auténtico terremoto cuando él fue elegido presidente el 27 de octubre de 2003, con más de 50 millones de votos (61.27%): el candidato más votado en la historia de Brasil. Repitió el cargo hasta el 1 de enero de 2011 y posteriormente regresó a su tercer mandato presidencial el 1 de enero de 2023 con aproximadamente el 50.9% de los votos.
Ya lo decía el periodista Martín Granovsky, para Lula, “la democracia no es una media palabra. Es una palabra completa. Algunos entienden por democracia apenas el derecho del pueblo a gritar que tiene hambre. Yo entiendo por democracia no sólo el derecho de gritar contra el hambre, sino el derecho de comer. Ésa es la diferencia fundamental. Democracia, para mí, es permitir el derecho de adquirir conquistas, y no sólo el derecho a la protesta”.
Por su parte, Elon Musk ,como lo referí en mi texto “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”, es de origen sudafricano, vivió en Canadá y en 1992 obtuvo una beca, por lo que estudió economía y física en la Universidad de Pensilvania, recibiendo sus títulos en la Wharton School. Después llegó a Silicon Valley, donde trabajó en el Pinnacle Research Institute y por las tardes en Rocket Science Games.
Junto a su hermano Kimbal, fundó Global Link Information Network Zip2 en Palo Alto. Ésta no fue creada en un garaje, sino en una oficina donde prácticamente vivían Musk y su hermano.
Ha sido un apasionado de la lectura. Dicen algunos de sus biógrafos que podía leer diez horas diarias y de niño era un asiduo visitante de las librerías y bibliotecas. Al igual que Larry Page de Google, Elon tuvo su primera computadora a los 10 años, y después una máquina doméstica que salió a la venta en 1980, la Commodore VIC-20. Su siguiente nicho fue PayPal, logrando su exitosa venta por 1,500 millones de dólares a eBay.
El periodista Ashlee Vance comenta que Elon Musk es una combinación entre Thomas Edison, Henry Ford, Howard Hughes y Steve Jobs, claro, habría que agregar que es un pitagórico, matemático, astrónomo e innovador. Sus empresas en los rubros más importantes son: Tesla, la empresa automotriz; SpaceX, la aeronáutica, Solar City, especializada en energía solar; y “X”, antes Twitter, la red social de microblogueo que adquirió por aproximadamente 44,000 millones de dólares, entre otras. Ha escalado a ser el hombre más rico del mundo, según los valores de la bolsa que reportan sus empresas. Así fue seleccionado como Persona del Año 2021 por la revista Time.
Este pitagórico ha resurgido varias veces a pesar de tener diversos enfrentamientos con la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés); sin embargo, su alquimia resultó más efectiva que la de algunos otros y su pasión por el espacio, por ser un astrónomo, lo hace un pitagórico excepcional.
Hoy, incluso Musk es invitado por Donald Trump para formar parte de su gabinete y si hubiera nacido en Estados Unidos, sería un candidato muy llamativo para la Presidencia.
Así que los líderes tecnológicos como Elon Musk, Sergey Brin y Larry Page, retan al imperio de la ley, hasta que la justicia les da una lección y, por ende, los bajan de la nube.
Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales.
Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.
@UlrichRichterM