Hace unos días llegó a México el líder del partido de la ultraderecha española Vox, Santiago Abascal Conde, y fue recibido con manteles largos por el Partido Acción Nacional (PAN) en la sede del Senado en la víspera del mes patrio.
En España existen diversos partidos políticos; en la derecha se tiene al Partido Popular que siempre tuvo una similitud con el PAN. Por ejemplo, el expresidente José María Aznar ha visitado nuestro país en múltiples ocasiones mostrando un bajo perfil y no se recuerdan actos donde se le rindieran los honores como lo hizo la cúpula del PAN con Vox. Lo último sobre el Partido Popular es que ha ganado las elecciones para continuar en Madrid con Isabel Ayuso.
Sin duda alguna, dicha reunión con el político de la ultraderecha española refleja que ha dejado a un lado a la derecha moderada española, identificado con el citado Partido Popular encabezado ahora por Pablo Casado Blanco.
En efecto, la carta de Madrid firmada entre Vox y el PAN solo demostró la falta de brújula política que atraviesa este último en estos momentos. A los panistas se les olvidó cómo ha sido desmantelada la figura de Francisco Franco, donde incluso sus restos fueron exhumados del Valle de los Caídos en España y trasladados a una cripta sin tintes faraónicos.
En los últimos meses han salido noticias de la fortuna que el generalísimo Franco heredó a su familia, considerada un insulto a los españoles. Una de ellas donde vendieron sus herederos tan solo un edificio en cien millones de euros.
Así que lejos de ayudar al PAN, la visita de Vox fue un regalo a la clase gobernante donde el blanquiazul mostró un rostro de ultraderecha debiendo repasar un poco la geografía política. Las secuelas ante la opinión pública y la propia militancia tendrán efectos en el corto, pero sobre todo en el largo plazo.
Santiago Abascal y Vox tendrán mucho trabajo en rescatar del Valle de los Caídos al PAN, que ingenuamente cayó en el sepulcro de la dictadura española, bajo la justificación de luchar contra el comunismo, un discurso cuya aplicabilidad en el contexto mexicano da luz en qué tan perdido está ese partido de oposición.
Si el partido blanquiazul quería inspirarse en el caso español, hay varios antecedentes de políticos que han aportado a la Democracia Española, como el propio expresidente Adolfo Suárez con los pactos de la Moncloa.
Así que a los panistas por más que pidan disculpas a la opinión pública deben tener en cuenta que las caídas rumbo al 2024 valen el doble y recordar las palabras del expresidente Adolfo López Mateos: “Con España todo, con Franco nada”.
@UlrichRichterM