Probablemente corría el año 536 antes de Cristo, el escenario: salón de eventos múltiples de Baltazar, llamado rey, pero en realidad regente de Nabonido, su padre y verdadero rey en vacaciones desde una década atrás.

El “rey” de Babilonia se encontraba en plena juerga con unos recién afiliados cuando, advertido de la aparición de unas pintas en la pared, mandó llamar a Daniel, activista, opositor y consultor externo, para leer e interpretar adecuadamente lo escrito, pues estaba escrito en arameo y el texto no se debía interpretar literalmente:

Mene, mene, tekel, ufarsin:

Has sido contado, has sido pesado, estas en falta (has sido juzgado) y perderás tu reino.

Pero hay que alejarse de la Biblia y los textos religiosos, que en este tema hacen más ruido que bien. Sin embargo, ante la juerga y la crisis es posible hacer el mismo ejercicio de Daniel, pero ahora sin juicio divino.

Israel, Estados Unidos y Europa (y sus colonias) han sido contados, pesados y no han dado la medida. Medidos por lo que podemos ver: el genocidio y no por una interpretación retorcida de un texto religioso. Juzgados por hombres y mujeres que analizaron pruebas y testimonios conforme al derecho en la Corte Penal Internacional. Se encuentran faltos frente al “estándar occidental”: esto es respecto a los Objetivos y Principios de la Unión Europea.

No han ocultado el presente y eso permite se revele la verdad del pasado. Los asesinatos masivos, masacres sin fin, esa es la historia y el presente por el que serán juzgados.

Así debe ser pesado y juzgado un cómplice del genocidio que, amparándose en su religión, se cree inmune a la ley, la moral y la ética. No actúa como cristiano, pues esa fe tiene un mandamiento por encima de los demás: “Amar al prójimo como a uno mismo”, y ha decidido perderse en lo que Jesús llamó “leyes de hombres”. Los que no somos religiosos aceptamos ese mandamiento mientras Hugo Eric Flores Cervantes lo destruye y respalda el asesinato y la muerte de hombres, mujeres y niños.

La anécdota debería de ilustrar las bondades del estado laico. El diputado Flores Cervantes lloró, amén intercalado por sus seguidores, y afirmó desde la intranquilidad de su dieta como diputado, que han sido aplastados, lo afirmó desde el podio, convertido en pulpito, pero no se refería a las leyes y principios del estado mexicano y del partido por el cual resultó electo.

No queremos llamar la atención a este “pecado”. Israel es un estado colonial, está mal intentar justificar desde la Biblia, pero lo peor es la falta de respeto a la vida. Decir, como Flores, que Israel tiene derecho a una tierra ocupada por los refugiados del terror sionista de 1948 es un sinsentido. Es justificar lo que hoy ocurre: un atentado continuo y masivo contra la vida. Pareciera cómico y termina en una perversidad. Puede corregir. Ojalá respete la ley, sea ético y moral. Recuerde la Ley del nuevo testamento. Sino puede, abra los ojos o quítese el sobrenombre de “cristiano” (los palestinos cristianos han sido aplastados por igual en Gaza).

Mientras tanto…, en Pachuca, se renombra otra vez un parque, con una inversión histórica del pueblo hidalguense, con el nombre de David Ben Gurion, racista y genocida, director de la Nakba, desplazamiento por medio del terror, el asesinato y la destrucción de pueblos enteros de la población palestina original en 1948.

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