La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que la inversión en ciencia, tecnología e innovación influye directamente en el desempeño económico de los países y los niveles de vida de la población. Al mismo tiempo aborda los grandes desafíos globales como el Cambio Climático.
En 1983 Estados Unidos anunció un proyecto denominado coloquialmente “Star Wars” (guerra de las estrellas) con el objetivo de desarrollar tecnología dirigida a su sistema de defensa nacional. Europa, Japón y la Unión Soviética siguieron sus pasos con la adopción de programas que les permitieran acelerar la aplicación de la ciencia y la tecnología en áreas militares.
En este contexto, en la década de 1980, la República Popular China formuló contrariamente una serie de programas generales de investigación y desarrollo científico y tecnológico, con el objetivo de mejorar la competitividad de China en ciencia y tecnología en el siglo XXI.
Bajo el mando de Deng Xiao Ping, varios centenares de científicos chinos realizaron un minucioso estudio para poner en marcha el Programa Nacional de Alta Tecnología llamado “Programa 863”. Los objetivos de la iniciativa son impulsar la capacidad de innovación en los sectores clave de alta tecnología y lograr avances en campos técnicos vinculados al desarrollo económico y a la seguridad nacional.
Bajo el lema “Construir la nación con ciencia y educación”, el programa incluye siete campos prioritarios de alta tecnología: biología, industria aeroespacial, información, láser, automatización, energía y materiales estratégicos.
De acuerdo con el ministerio chino de Ciencia y Tecnología, el “Programa 863” estableció una base sólida para el inicio del desarrollo e industrialización de tecnología en el país asiático. De 1986 a 2005, participaron en la iniciativa más de 150 mil investigadores, 500 institutos de investigación, 300 universidades y escuelas superiores y alrededor de 1000 empresas. Estadísticas de la institución señalan que los resultados de dos décadas de trabajo se reflejan en más de 120 mil artículos de investigación y 8000 patentes nacionales y extranjeras.
En fechas recientes, la Academia China de Ciencias (CAS) y la Academia China de Ingeniería (CAE) anunciaron 10 logros científicos clave del año 2024. Destacan la misión lunar Chang'e-6, que recogió muestras lunares de la cara oculta de la Luna, el primer chip visual complementario del mundo inspirado en el cerebro y el primer buque de perforación oceánica.
La lista incluye también el primer dispositivo de almacenamiento en disco óptico de ultra alta capacidad en pentabytes (equivalente a 1,024 terabytes); el satélite Einstein Probe que tiene la capacidad para estudiar amplias extensiones del cielo en rayos X y descubrir nuevas fuentes celestes; y la primera terapia CAR-T universal del mundo que utiliza células CAR-T derivadas de donantes para tratar enfermedades reumáticas y autoinmunes como el cáncer.
También figuran el supermicroscopio que proporciona visión panorámica de las interacciones celulares a gran escala y la segunda expedición de investigación científica a la meseta de Qinghai-Xizang (Tíbet), que perforó el núcleo del glaciar de montaña más largo del mundo.
El programa 863 se ha complementado a lo largo de las décadas con distintas iniciativas como el “Programa de los mil talentos” para reclutar científicos de alto nivel del extranjero en ámbitos como la IA, computación cuántica, aviación y el sector aeroespacial.
Especialista en temas asiáticos