Los líderes de China, Japón y Corea del Sur se reunieron el 26 y 27 de mayo en la novena Cumbre trilateral celebrada en Seúl.
El primer ministro chino, Li Qiang, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, celebraron esta cumbre después de una pausa de más de cuatro años.
Beijing, Tokio y Seúl son la segunda, cuarta y decimosegunda economías del mundo respectivamente. Los tres países del noreste asiático generan alrededor del 25% del PIB global. En este marco, China es el principal socio comercial de Japón y Corea del Sur, al absorber alrededor del 20% del comercio total de cada país.
Durante la Cumbre, acordaron institucionalizar la cooperación trilateral a través de reuniones de alto nivel periódicas y ministeriales.
Los dignatarios asiáticos identificaron un total de siete áreas prioritarias para ampliar y profundizar la cooperación: desarrollo sostenible, respuesta al cambio climático, cooperación económica y comercio, salud pública y envejecimiento de la sociedad, ciencia y tecnología, transformación digital, intercambios culturales y asistencia en caso de desastres naturales y seguridad.
Los tres líderes calificaron el encuentro como exitoso, con resultados múltiples y tangibles, destacándose la Declaración conjunta de la cumbre, la Declaración conjunta sobre prevención, preparación y respuesta de futuras pandemias y la Declaración conjunta sobre la visión a 10 años sobre cooperación trilateral en materia de propiedad intelectual.
Con un importante énfasis en el aspecto cultural, el primer documento menciona que los tres países designarán 2025-2026 como el Año del Intercambio Cultural. En este periodo impulsarán un importante intercambio de personas, debiendo alcanzar una meta de 40 millones para el año 2030 a través del turismo, la educación y la cultura.
Sobre el cambio climático, reconocieron la necesidad de trabajar en conjunto rumbo a la transición hacia cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y la neutralidad de carbono, comprometiéndose a tomar medidas sólidas y apoyar los esfuerzos para lograr el objetivo del Acuerdo de París de 2016; promover la conservación marina y trabajar para completar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica, así como frenar la pesca ilegal.
Desde el punto de vista comercial, decidieron respaldar las discusiones para acelerar las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio trilateral y apoyar un sistema de comercio multilateral abierto y basado en las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La reunión de estos tres países asiáticos se celebró en el contexto del endurecimiento de las restricciones y aranceles que Estados Unidos ha impuesto a China. El 14 de mayo pasado, el gobierno del presidente Joe Biden anunció el aumento de los aranceles sobre 14 productos chinos, particularmente en tecnologías renovables, semiconductores y equipo médico. Destaca la imposición de un arancel del 100% a los vehículos eléctricos. En este marco, la cooperación en áreas como el comercio y la economía, la ciencia y la tecnología y la transformación digital se volverán un desafío para los tres países, por las presiones que Estados Unidos impone a sus aliados Japón y Corea del Sur.
Está previsto que Japón sea el anfitrión de la próxima cumbre trilateral que tendrá lugar en 2025. El éxito de las reuniones podrá medirse en función de la rapidez y la sostenibilidad con que avancen los esfuerzos para implementar los diversos acuerdos.