Hay dos cosas que, al parecer, son las que más le gustan al presidente de Rusia : su imagen reflejada en fotos extravagantes y el poder. El día de ayer, miércoles, Vladimir Putin anunció reformas políticas de enorme trascendencia para su país: para ser candidato presidencial será requisito haber vivido los anteriores 25 años en Rusia, asimismo no deberán tener doble nacionalidad, sino ser ciudadanos únicamente de Rusia.

Con lo anterior quedarían descartadas para ser candidatos figuras importantes de la oposición como Mikhail Kodorovsky, que incluso estaría también fuera de la posibilidad de convertirse en legislador, pues el mismo requisito de ciudadanía se aplicaría para miembros del poder judicial y legisladores.

Asimismo, las facultades de la Asamblea Federal, la cámara Baja, se fortalecerían gracias a que le sería otorgada la facultad de designar al Primer Ministro y al Gobierno, un derecho que hasta el momento pertenece al Presidente únicamente. En su discurso ante la Asamblea Federal, Putin aseguró que no había tiempo que perder

Por supuesto que “otorgar más poder al Parlamento” podría parecer un objetivo muy loable en un país que lleva décadas estancado en un sistema político que difícilmente puede catalogarse como democrático bajo la óptica mundial. Para algunos analistas, esta movida sería incluso el tan esperado cambio democrático en Rusia “una revolución silenciosa” decían algunos ayer mismo. Sin embargo, la propuesta de Putin apuesta a todo menos a democratizar el sistema.

Vladimir Putin

dejará el poder en 2024 año en el que concluye su actual mandato presidencial y en el que estará impedido de volver a presentarse como candidato para uno nuevo, pues la Constitución constriñe la posibilidad de reelección a dos mandatos consecutivos los cuales estaría cumpliendo para entonces (Putin llegó al poder como Presidente –una vez más– en 2012 y luego fue reelecto en 2018).

¿Cómo lograría, en este escenario, el actual Presidente Putin mantener el poder? Acudiendo a una fórmula que ya le funcionó en el pasado y que le permitió ser quien siguiera gobernando en Rusia a pesar de no tener el cargo Presidencial. En 2008, Putin logró sortear la prohibición constitucional para continuar como Presidente legando el poder a uno de sus subalternos: Dmitri Medvedev.

Mientras Medvedev fue Presidente de Rusia, Putin siguió manteniendo el control del poder al convertirse en Primer Ministro durante 4 años, luego de los cuales, en 2012, ambos personajes cambiaron nuevamente de roles. Con la anunciada reforma, parece que el camino elegido por Putin será un nuevo cambio de roles : convertirse en Primer Ministro designado por una Asamblea Federal con mayoría de su propio partido político a través de la cual le será posible, con la reforma propuesta, nombrar a su propio gobierno con la venia de los mismos que lo designaron en primer lugar.

¿Por qué renunció entonces Medvedev al cargo de Primer Ministro? La caída de su popularidad desde hace tiempo venía profundizando también la caída en la popularidad del propio Putin. Ello sumado al desencanto de la ciudadanía por los malos resultados económicos, dejaba poco margen de maniobra a Putin. Medvedev fue sacrificado para sacar a flote la popularidad de Putin y fue recompensado con la jefatura adjunta del Consejo de Seguridad.

Desde que llegó al poder en 1999, Putin ha permanecido como el hombre más fuerte de Rusia. Hoy con 67 años, parece que el ex integrante del FSB está dispuesto a permanecer ahí por varios años más.

Twitter: @solange_

Google News

TEMAS RELACIONADOS