Ayer cumplió años mi esposa Mariel. No solamente celebro su vida, sino también los sueños que ha cumplido a nivel profesional en un país donde, durante mucho tiempo, ser mujer en el mundo del fútbol no solo era condenado, sino que carecía de oportunidades reales. Mariel jugó fútbol hasta donde pudo. No porque quisiera dejarlo, sino porque simplemente ya no había más espacios para ella. Tuvo que encontrar un lugar siendo la primera mujer representante de jugadores avalada por la FIFA en México. Hoy, mientras celebro su lucha y su legado, se viraliza un video donde el Chicharito muestra una masculinidad débil. Una masculinidad que ya no tiene cabida en el fútbol ni en la sociedad que estamos construyendo.

Que este tipo de declaraciones generen repudio y no risas, habla de un cambio. Un cambio social, cultural y ético. Uno que no viene del mundo que Chicharito representa, sino de un mundo que se ha venido construyendo en las canchas femeninas. Porque mientras algunos hombres aún celebran el machismo como si fuera parte del “ser futbolista”, las mujeres están reescribiendo la historia del deporte con disciplina, talento y dignidad.

El fútbol femenil mexicano ha dado pasos históricos en los últimos años. Figuras como Kenti Robles, Charlyn Corral, y recientemente la Selección Mexicana que ganó la Copa Oro Femenina 2024, nos han demostrado que el talento no tiene género, pero sí ética, trabajo y compromiso. Lo que ellas hacen dentro y fuera de la cancha construye un nuevo estándar. Uno que no tolera el machismo, ni la impunidad emocional, ni las narrativas de destrucción glorificadas.

Es vital que se sancionen, aunque sea simbólicamente, las declaraciones del Chicharito. No porque debamos cancelarlo como persona, sino porque debemos dejar claro que su modelo de masculinidad futbolera ya no nos representa. No más. Porque las nuevas generaciones merecen referentes distintos. Porque el futuro del fútbol es feminista o no será.

Este repudio social hacia las declaraciones del Chicharito se le debe al fútbol femenil. Se le debe al trabajo que las mujeres han hecho para posicionarse y para merecer. Más allá del respeto de ya no gritar “puto” en las canchas, se trata de entender que la equidad de género también existe en el fútbol. El fútbol predica, y quienes lo vemos, seguimos ese ejemplo. Las mujeres en el fútbol han hecho que el mundo repudie el machismo futbolista, y lo vimos claramente con el video del Chicharito.

El fútbol femenil no solo está ganando títulos, está ganando el respeto que por décadas se les negó. Está sembrando una nueva cultura: una donde la vulnerabilidad no es debilidad, donde la honestidad importa, y donde el juego limpio también se juega fuera del campo.

Tal vez, hace diez años, lo de Chicharito habría sido motivo de memes y celebraciones. Hoy, en cambio, es motivo de reflexión. Y eso es señal de que estamos avanzando. Porque si el futuro del fútbol tiene rostro, es el de una niña mexicana con un balón en los pies, la cabeza en alto y ningún miedo de decir su verdad.

Felicidades, mi amor.

No solo celebro tu vida, sino que te agradezco por ser una de las mujeres pioneras en el fútbol en México. Gracias a ti, nuestra hija tendrá más oportunidades para ser y perseguir los sueños que quiera, sin ningún tipo de límite.

Presidenta de Reinserta

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