Aurelia es un ejemplo más de la revictimización y las recurrentes violaciones de derechos humanos que se viven en el país. Con 23 años de edad, se encuentra sentenciada a 13 años y 4 meses por el delito de homicidio en razón de parentesco pero, como sabemos, siempre hay más allá de la historia…
Aurelia es originaria de Xochicalco, Guerrero; una mujer indígena cuya lengua es el náhuatl, estudiante de secundaria cuya vida dio un giro inesperado tras haber sido brutalmente violada cuando tenía 19 años.
Según su partida jurídica y como se narran los hechos, en octubre de 2019 fue encontrada por sus familiares en su cama llena de sangre en donde tuvo un parto fortuito de un bebé quien se encontraba sin vida a su lado cuando la encontraron. Fueron trasladados de emergencia al Hospital General de la ciudad porque Aurelia había perdido mucha sangre. Según el reporte, los médicos hacen del conocimiento a los familiares que: “el producto había nacido con vida, pero que había fallecido por lesiones producidas por un instrumento punzocortante…”, le colocaron a Aurelia un implante anticonceptivo sin su consentimiento y denunciaron a las autoridades los hechos.
Fue esposada a su cama del hospital y detenida; actualmente está privada de su libertad. Con este caso podemos ver las diversas violaciones de derechos humanos contra Aurelia y su integridad. Partiendo del principio de interseccionalidad, podemos observar cómo en su caso, aumentan las desventajas y discriminaciones contra su persona, no sólo por ser mujer, sino que además pertenece a una etnia indígena y por lo tanto la pone en un panorama de mayor riesgo y vulnerabilidad.
Su defensa explica que Aurelia fue orillada por las autoridades a admitir su culpabilidad. Es importante mencionar que en Guerrero las penas por delito de homicidio en razón de parentesco alcanzan hasta los 60 años. Aurelia, aunque contaba con un traductor, fue orillada a firmar un procedimiento abreviado (para terminar el proceso de manera anticipada), vulnerando por completo sus necesidades y sus derechos como persona. ¿Fue la violación considerada al momento de juzgar a Aurelia? ¿Tuvo Aurelia acceso a estas herramientas en materia de educación sexual para conocer alternativas con respecto a su cuerpo y su salud? ¿Tuvo conocimiento/acceso a una clínica de aborto?
En nuestro país 25% de las niñas y 17% de los niños son violados antes de cumplir la mayoría de edad. La educación sexual sigue siendo un problema en nuestra sociedad, la mayoría no cuenta ni siquiera con el acceso a herramientas para tomar decisiones informadas sobre su cuerpo. Vivimos en un México en donde seguimos discutiendo temas como la legalidad del aborto y faltan políticas preventivas y en materia de educación sexual para todos esos niños y niñas expuestos a la violencia.
Hoy tenemos un bebé asesinado que sin duda nada justifica este acto tan terrible, pero invito a atrevernos a cuestionar si quizá pudimos haber prevenido que Aurelia matara a este recién nacido.
El caso de Aurelia es uno de los miles que acontecen en este país y en donde se sigue criminalizando a las y los sobrevivientes de delitos sexuales. El caso de Aurelia nos obliga a reflexionar sobre las políticas públicas de género que tanto urgen en nuestro país. Aurelia debe marcar un antes y un después en el acceso a la justicia de este país y el acercamiento que tienen las autoridades con las víctimas.