Cuando se habla de una disminución en la incidencia delictiva, es común el surgimiento de críticas atribuidas no a una mejora real en la seguridad, sino a la falta de denuncias o al ocultamiento del delito en la cifra negra.

De acuerdo con las encuestas de victimización del INEGI, los delitos no denunciados rondan el 90 por ciento. Aunque en la Ciudad de México hay una alineación a la baja entre cifra negra y carpetas de investigación que permite argumentar la reducción.

Los reportes a las líneas de emergencias 9-1-1, 089 para denuncias anónimas, *765 por violencia contra la mujer y la Línea Antiextorsión 55 5036 3301 son una poderosa herramienta para medir el silencio de las víctimas a formalizar el delito ante el Ministerio Público. Permiten conocer esa parte oculta.

En la posibilidad del anonimato, las personas reportan delitos que eventualmente llegan a una carpeta de investigación, pero los cuales son atendidos con el envío de unidades policiales, médicas o de servicios de emergencia.

Bajo ese contexto, las líneas operadas por el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5), además de ser una fuente importante de información, se han convertido en una especie de termómetro de la cifra negra. Nadie llama para denunciar un delito ficticio. Si alguien se toma el tiempo de marcar, narrar, identificar el modo, tiempo y espacio es porque algo ocurrió.

No todo el que marca busca castigo. Hay quienes solo quieren orientación, contención, protección. Y es legítimo.

De acuerdo con los datos, desde el inicio de la administración de Clara Brugada como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México —5 de octubre— se observa una disminución en el conjunto de reportes por delitos de alto impacto del 21 por ciento, mientras las carpetas de investigación integradas por la Fiscalía General de Justicia muestran una reducción del 31 por ciento.

Correspondencia entre lo denunciado y aquello reportado para su atención inmediata, aunque no siempre formalizado ante autoridad ministerial.

Una reducción coincidente con la expuesta el miércoles en el informe mensual de seguridad ante la Jefa de Gobierno. El conjunto de delitos de alto impacto revela una tendencia sostenida a la baja, iniciada en 2019 con la administración local de la Presidenta Claudia Sheinbaum. Entre el primer cuatrimestre de aquel año y el de este 2025 se registra una baja de 66.6 por ciento, que representan 14 mil 428 ilícitos no cometidos.

Contribuyen las más de 3 mil 400 detenciones desde el inicio de la administración reportadas por el Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, así como el aumento del 16.8 por ciento entre 2024 y 2025 en la judicialización de casos expuesto por la Fiscal General deSalvador Guerrero ChiprésSalvador Guerrero ChiprésSsaS Justicia, Bertha Alcalde.

La disminución en los reportes, entendidos como termómetro de la cifra negra, son evidencia de la tendencia positiva.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

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