A dos años de la pandemia, como ciudadanía podemos decir que estamos listos para el Invierno Emocional. Como personas y comunidad hemos aprendido la importancia del equilibrio entre la salud física y la mental. Ninguna se puede entender de manera aislada, y esta concepción multiplica su valor ante los festejos navideños y de fin de año.
En el plano emocional, este es un mes de autorreflexión, de hacer corte de caja y cerrar ciclos; se potencializan los procesos de duelo ante la pérdida de seres queridos, parejas sentimentales o empleos. En el aspecto físico hay factores ambientales que alteran el estado de ánimo y pueden crear situaciones de nostalgia y depresión.
En la literatura especializada, el psiquiatra Norman E. Rosenthalk definió en 1984 el Trastorno Afectivo Estacional propio del invierno y que describe un tipo de depresión con un patrón temporal, que incluye síntomas como el aumento de la tristeza y la ansiedad, problemas para dormir, sentimientos de desesperanza y pérdida de interés en las actividades que generalmente se disfrutan.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es una de las enfermedades más frecuente en todo el mundo, y se estima que más de 300 millones de personas la padecen. Datos del INEGI señalan que en México el 32.5% de la población mayor de 12 años la ha sufrido.
En diciembre del 2020, desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México lanzamos el programa Invierno Emocional, creado a partir de esa serie de conceptos que afirman que la finalización de ciclos, como los años o las estaciones, influyen en el estado de ánimo de las personas.
Este año volvemos a activar el programa, con el que buscamos brindar los Primeros Auxilios Psicológicos a quienes lo necesitan, bajo el entendido de que la salud mental es un derecho y es tan importante como la salud física.
Los datos revelan un aumento del 87% en las peticiones de apoyo psicológico gratuito en este 2021, en comparación con el año pasado, en la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533. Aunque los principales motivos son los problemas de pareja y familiares, el 26% de los reportes es por fatiga pandémica, ansiedad, depresión y duelo.
Reconocer las afectaciones emocionales y buscar ayuda es parte del aprendizaje que deberá ser consolidado ya en post pandemia, a la par de la conformación de redes de apoyo emocional desde lo familiar hasta lo comunitario. Hoy, estamos listos para el Invierno Emocional.
El aumento en las peticiones de apoyo es una muestra de que, tras un 2021 difícil provocado por la pandemia, las personas buscan formas para retomar su camino y aliviar las consecuencias emocionales y mentales que dejó el año previo.