En el combate a la extorsión podemos desmontar los patrones de normalización de la conducta delictiva, revelados en expresiones como “es inevitable”, “en algún momento intentarán extorsionarme”, “es preferible darles poco para no ser dañados” o “la policía los protege”.

Opiniones y percepciones. Realidades: el extorsionador advierte la debilidad de la comunidad o la institucional, así como las oportunidades delictivas de impunidad y las aprovecha. Otros elementos centrales: la extorsión en la CDMX ha disminuido, la cifra negra es cercana al 96 por ciento, muchos no denuncian más por la expectativa de ausencia de solución que por el temor ante delincuentes ocasionadores de daños en 85 por ciento de los casos menores a 10 mil pesos.

El miedo ciertamente es, de acuerdo con encuestas de victimización del INEGI, uno de los factores por los cuales las víctimas prefieren no denunciar. La amenaza debilita las consideraciones a abrir una carpeta de investigación.

En la Ciudad de México entre enero y septiembre de este año se registraron 354 denuncias —47 por ciento menos respecto a los mismos meses de 2019—, y en ese periodo, el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) recibió 3 mil 273 reportes al número de emergencias 911 o a la línea de denuncias anónimas 089. Datos consistentes con la proporción uno a diez de sucesos denunciados.

Romper con la normalización de la extorsión es tarea compleja y requiere esfuerzos conjuntos de gobierno, sociedad civil y sector empresarial construidos sobre la confianza de la ciudadanía y la capacidad sancionadora de la autoridad.

Desde la capital nacional, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, impulsa un modelo convergente e innovador de reformas legislativas para incrementar penas o perseguir de oficio ese delito, fortalecimiento en la coordinación para la persecución e investigación, aprovechamiento de tecnologías para reportar, así como la socialización de estrategias preventivas.

Bajo esa perspectiva se creó la Línea Antiextorsión 55 5036 3301, operada desde el C5 para recibir reportes de extorsiones con la garantía de anonimato y confidencialidad de las víctimas.

La línea atiende las 24 horas los 365 días del año, con un tiempo de respuesta promedio menor a cinco segundos. Luego de preguntas básicas, si es una emergencia en tiempo real, las y los operadores canalizarán unidades policiales o iniciarán un proceso enfocado a la atención, orientación e investigación.

Las plataformas de denuncia anónima permiten a las víctimas informar sin exponer su identidad, lo cual contribuye a reducir la cifra negra y la impunidad. La prevención es un complemento indispensable si se considera que hasta un 78 por ciento de los casos quedan en tentativa y cerca del 98 por ciento son vía telefónica.

Ante la extorsión, callar o pagar no son opciones.

@guerrerochipres

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