El trabajo formal aún no garantiza salir de la pobreza, pese al incremento al salario mínimo. Y lo más importante, todavía más de la mitad de quienes tienen trabajos formales carecen de salario digno: 12.4 millones de personas (56%).
Hace unos días, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó el “Termómetro Salarial” un nuevo reporte del Observatorio de Trabajo Digno que pone la lupa sobre los salarios en los trabajos formales registrados en el IMSS.
El “Termómetro” presenta datos para 3 niveles o estratos: Salarios de Pobreza, que están por debajo del costo de dos canastas básicas. Salarios de sobrevivencia, los que superan el monto anterior, pero no llegan al monto de referencia del salario digno, que para 2024 se ubica en 12,500 pesos al mes. Y un tercer estrato, “Salario digno y más”, quienes ganan más de 12,500 al mes.
El resultado es elocuente: 8.1 millones de personas, 36% del total con trabajo formal ganan un salario de pobreza. 4.4 millones (20%) ganan salarios de sobrevivencia, y únicamente 9.8 millones ganan salarios dignos y más (44%). Esto quiere decir, que más de la mitad, 12.4 millones, carecen de salario digno (56%).
El primer objetivo del “Termómetro” es visibilizar la magnitud de la precariedad laboral que aún permea en los trabajos formales y confrontar la creencia generalizada que atribuye los bajos salarios y las malas condiciones laborales únicamente a quienes tienen trabajos informales.
También tiene como propósito sensibilizar a las autoridades y a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), sobre la urgencia de la recuperación del salario mínimo general a fin de que se erradiquen los salarios de pobreza, como ya sucedió en los 45 municipios de la frontera norte.
Como lo comenté en mi colaboración anterior, al salario mínimo general, que aplica en los restantes 2,400 municipios del país fuera de la franja fronteriza, le faltan 55 al día, o sea, 1,650 al mes para llegar a ese umbral. (En la frontera, el salario mínimo ya está en la meta fijada por la presidenta para 2030: 2.5 canastas básicas).
Un tercer objetivo es informar a quienes dirigen las empresas sobre la situación real de la escala salarial en México y promover la adopción del salario digno. Esto es muy importante, pues es el siguiente paso que va “más allá del mínimo”. Es viable para la mayoría de las grandes y medianas empresas y es urgente e indispensable para las que se ostentan como “empresas socialmente responsables”, pues están moralmente obligadas a pagar nóminas libres de salarios de pobreza.
La información y sensibilización son importantes porque muchos directivos y dueños de empresas se quedan únicamente con “promedios”. Les falta considerar que hay estratos salariales en su empresa. Aun cuando el salario promedio de su negocio supere la línea de bienestar o esté arriba de su competencia, puede haber quienes ganen menos de lo necesario para salir de la pobreza.
El reporte inaugural del Termómetro Salarial presenta datos por sexo, por grupo de edad, por tamaño de la unidad económica, para las 32 entidades federativas y para 62 ramas económicas, para los 3 estratos o niveles salariales.
Hay varias sorpresas en los datos, por límite de espacio, cierro sólo con dos: la mitad de las personas que ganan salarios de pobreza trabajan en grandes y medianas empresas. Sinaloa ocupa el 2º lugar con mayor tasa de salarios de pobreza (ver el reporte en https://frentealapobreza.mx/termometro-salarial/).
Consultor internacional en programas sociales. @rghermosillo