Es posible que marzo y abril estén ya marcados en la biografía pública de Arturo Herrera como los meses en los que corre con mala suerte ante el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la irrupción de la crisis por el Covid-19 traerá al secretario de Hacienda la tentación de exponer nuevamente propuestas para enderezar la nave económica, que en el pasado le atrajeron regaños y desmentidos presidenciales.

Hace poco más de un año, el 11 de marzo de 2020, Herrera Gutiérrez, todavía subsecretario del ramo, anunció que el gobierno López Obrador cancelaría el proyecto para construir en la zona de Dos Bocas, Tabasco, una refinería que desde el primer momento se anticipó como un proyecto sin viabilidad financiera, surgido solamente de la voluntad del presidente para alentar un repunte económico en su estado natal. Al día siguiente el mandatario lo desmintió públicamente.

Las condiciones actuales del precio del petróleo, pero especialmente de la gasolina que México importa, deben atraer una nueva ola de dudas sobre la sensatez de seguir gastando en Dos Bocas un dinero que será de enorme necesidad para paliar el impacto del coronavirus.

La refinería pudo haber exhibido un carácter popular e incluso estratégico en 2018, tras el triunfo del tabasqueño en las urnas, pero 15 meses después es un absurdo que, adicionalmente, supone un lastre para la operación de Pemex, que arrastra una deuda gigantesca y está a punto de hacer estallar sus calificaciones financieras internacionales.

El 8 de abril de aquel 2019, Herrera surgió con nuevas declaraciones en el sentido de que la escasez de ingresos fiscales hacía recomendable reponer el impuesto a la tenencia de automóviles y el control federal sobre el predial. Horas más tarde llegó el nuevo regaño presidencial.

Toda economía con visos de modernidad en el mundo se halla inmersa en un debate abierto sobre cómo será paliado el estancamiento económico que ya se perfilaba desde 2019 y que cobrará especial agudeza a causa del frenón que deja el coronavirus.

La receta que se anticipa será una mezcla entre apoyos a las empresas para que mantengan empleos, subsidios a diversos grupos sociales para que sobrevivan a esta crisis, y partidas gigantescas de gasto gubernamental que aliente la inversión privada.

Toda apuesta pasará (deseablemente) por el escritorio del secretario Herrera, antes de ser presentado al presidente.

Es entonces cuando el funcionario deberá encarar una fuerte tentación: la de convencer a López Obrador que el país para el que imaginó un plan de gobierno ya no existe.

Apuntes:

Esta mañana intentarán sesionar en el Senado las dos comisiones que discuten el dictamen para imponer mayores controles al outsourcing o contratación con terceros. El tema ha desnudado una pugna sorda entre diversas coaliciones de intereses. Información disponible indica que Ana Lilia Rivera, presidenta de la Comisión de Asuntos Legislativos, Segunda, está flaqueando en su apoyo a la propuesta inicialmente impulsada por su homólogo de la Comisión del Trabajo, Napoleón Gómez Urrutia. Es probable que en el actual contexto se frustre la formación de quórum y las cosas sigan como están.

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