Tal vez la referencia más antigua que se tiene de lo que hoy conocemos como un Notario data del año 2600 A.C., en Egipto. La figura del Escriba, que era de gran relevancia puesto que pocas personas sabían leer y escribir, tenía la responsabilidad de redactar documentos públicos y privados. La práctica del Notariado se remonta a la época romana, durante el Imperio Bizantino, momento en el que se registra por primera vez la actividad notarial como se conoce hoy en día.

Su antecedente prehispánico es el Tlacuilo, quien pintaba los códices y murales en Mesoamérica dando fe de actividades estatales. Esta actividad fue alentada en la Nueva España, donde el escribano de los conquistadores dio fe de la fundación de la Villa Rica de la Veracruz en 1519, siendo el primer acto notarial en nuestro país.

En México, de las 4,100 notarías, 250 se ubican en la Ciudad de México, las cuales se rigen por el sistema notarial latino, caracterizado porque quien ejerce el Notariado es un profesional del Derecho con grado universitario y capacitación especializada en la materia. Nuestra función, además de dar fe, es ser asesores jurídicos, siempre imparciales.

Las y los notarios reconocemos los desafíos actuales y la importancia de colaborar con el Gobierno para impulsar la regularización de la propiedad de inmuebles, fomentar la cultura del testamento y dar certeza jurídica a los capitalinos. Compartimos con la autoridad, el interés por los programas sociales, que es donde hemos enfocado nuestros esfuerzos, fortaleciendo nuestro compromiso con la gente y demostrando con hechos, nuestra vocación de servicio, para que más personas se acerquen a nosotros por sus documentos notariales, su escudo protector.

Datos recientes indican que alrededor del 50% de los habitantes de nuestra Ciudad cuentan con escrituras de sus propiedades y el 23% cuenta con testamento, de acuerdo con la encuesta de servicios notariales de la CDMX. Por ello, unimos esfuerzos con el Gobierno de la CDMX en favor de la regularización del patrimonio de las familias.

Además, para brindar a más personas asesorías jurídicas gratuitas, en 2024 abrimos centros de atención en Xochimilco, gracias al convenio con el Centro Ibero Meneses acercamos la consultoría sobre servicios notariales a la zona de Santa Fe y la semana pasada abrimos una oficina en Iztapalapa.

Aunado a lo anterior, implementamos actividades para mejorar la eficiencia y eficacia de nuestro trabajo, promoviendo la profesionalización continua de las y los notarios mediante la actualización constante, pero también capacitamos a aspirantes al Notariado y a personas funcionarias públicas mediante cursos, diplomados, conferencias y congresos, organizados por nuestro brazo académico: el Instituto de Investigaciones Jurídicas del Notariado.

Trabajamos arduamente para que cada vez más notarías estén encabezadas por una mujer y por ello decidimos impulsar el programa “Becas para Abogadas 2025” con el objetivo de promover la equidad de género y así apoyar a mujeres interesadas en el desarrollo de su carrera en el gremio notarial.

Nuestro compromiso es claro: modernizar procesos, romper esquemas y ser un gremio abierto, cercano a la población y solidario. Las y los notarios somos aliados de la sociedad en la construcción de un futuro más justo y seguro.

Presidente del Colegio de Notarios de la CDMX

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