Claudia Díaz Pérez
A principios de este año se difundió ampliamente que en el 2024 el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI) aprobó la concesión de 694 patentes a propietarios mexicanos, el mayor número en los últimos 30 años[1]. Efectivamente, un logro importante, si consideramos que en las últimas cinco décadas la concesión se mantuvo por debajo de las 500 patentes anuales para los connacionales. Tal número se desvanece comparado con el total de patentes que en el mismo año se otorgaron a propietarios extranjeros, 10,203. Esta información lleva a preguntarse ¿si es relevante tener más patentes? ¿si una patente implica mayor innovación? ¿qué estrategias tendría que definir el gobierno para alentar la producción de patentes? Y ¿cuál es el papel que tienen las empresas?
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) señala que una patente es un derecho legal exclusivo que se otorga por una invención. Esta invención tiene varias características como su altura inventiva, aplicación industrial y no obviedad. Sin embargo, una invención no es equivalente a una innovación, particularmente si consideramos que la mayor parte de las patentes no llegarán necesariamente al mercado. Una patente se valora también en la medida en que pertenece a una familia, esto es, cuando la misma invención se ha protegido en diversos países, ya que evidencia el potencial valor comercial de la misma.
En la United States Patent and Trademark Office (USPTO) se otorgaron en el 2024 más de 300 mil patentes[2], y si bien el tamaño de las economías es muy diferente, tales datos permiten suponer que 694 patentes no necesariamente es un logro. Por ejemplo, un teléfono celular inteligente puede incluir miles de patentes para sus diversos componentes, la empresa IBM – de acuerdo a datos de la plataforma lens.org – tiene más de 500,000 patentes, y más de 176,000 familias de patentes, mientras que Apple Inc. tiene más de 130,000. Una empresa como Nike Inc. cuenta con al menos con 25,000 patentes, e incluso Grupo Bimbo tiene registradas 178 patentes. La elaboración de la vacuna contra la Covid 19 de Pfizer se realizó sobre la base de 1597 patentes de la empresa de BioNtech creada en el 2008. En este contexto los datos de la 13ava economía del mundo no parecen ser muy halagüeños porque sugieren que hay otros elementos esenciales que se deben considerar para generar innovaciones tecnológicas que sean significativas económica y socialmente.
El índice mundial de innovación evalúa las capacidades en esta materia de las diversas economías del mundo incluyendo, entre otras, la valoración del mercado, los recursos humanos, la infraestructura, el soporte de las instituciones. En América Latina, México ocupa el tercer lugar después de Brasil y Chile. Sin embargo, en el ranking global ocupa la posición 56, después de Brasil (50) y Chile (51). Si bien se observa un progreso desde el 2014, cuando tenía la posición 66 de entre 133 países, hay otros elementos que relativizan estos logros. En el 2023, la OCDE ubica a México en la última posición respecto a la inversión en ciencia y tecnología como porcentaje del PIB, y en relación al número de investigadores también quedamos muy por debajo de países como Brasil, Chile y Argentina. Además, se observa escaso impacto en el desarrollo socioeconómico del país, la solidez de las empresas mexicanas - más allá de los grandes grupos empresariales aliados de los gobiernos -, y el progreso tecnológico.
En el 2020, se identificaron 573 inventores mexicanos incorporados en patentes otorgadas en USPTO, la mayoría de empresas de Estados Unidos, el número es muy cercano al de patentes otorgadas por el IMPI en México en el 2024. Entre 1970 y el 2024, se identificaron 6,750[3] inventores mexicanos registrados en patentes de otros países, lo cual presenta una enorme paradoja, tenemos capacidad inventiva, pero hemos sido incompetentes para crear condiciones para que los mexicanos altamente calificados permanezcan en el país, la retórica gubernamental ha denostado a las empresas, y eliminado los incentivos para las mismas. ¿Es un problema de patentes o de condiciones para la innovación? ¿necesitamos atraer personal altamente calificado y generar condiciones para la creación de empresas tecnológicas o más patentes? ¿se fortalecerán las condiciones institucionales para la innovación o solo seguiremos escuchando que seremos potencia tecnológica?
Convertir a México en una potencia tecnológica es un enorme reto que requiere conjugar esfuerzos del gobierno, la academia, y la industria. Se requiere alentar el capital de riesgo, la inversión en ciencia y tecnología y el apoyo sostenido en actividades de alta incertidumbre. Los discursos, las fotos, las noticias, la firma de convenios y la enorme presencia en medios y redes sociales no sustituyen el cambio de prácticas a partir de un rediseño institucional basado en evidencia. Los problemas prevalecen, así como el modo de hacer y diseñar la política para este sector estratégico que indudablemente puede tener un impacto en el bienestar del país en el mediano y largo plazo. Este cambio de enfoque requiere pensar a futuro y no en la obtención de éxitos a corto plazo, este es el principal desafío.
[1] https://www.gob.mx/impi/prensa/impi-otorga-694-patentes-a-mexicanos-y-mexicanas-cifra-historica-en-30-anos consultada el 20 de enero del 2025.
[2] Ver https://insights.greyb.com/us-patents/ consultada el 29 de agosto del 2025.
[3] La movilidad de inventores de América Latina en el contexto de la globalización 1970 al 2020, Claudia Díaz y Jaime Aboites, UAM-Xochimilco.






