El "2025 Edelman Trust Barometer", una encuesta anual y global que mide la confianza en instituciones, lanza un diagnóstico implacable desde México y Colombia: la innovación no prospera en el vacío de promesas corporativas, sino que se estrella contra el muro de una desconfianza sistémica.
La llamada "crisis del agravio" no es un lamento pasajero; es un veneno que corroe al 63% de los mexicanos y al 67% de los colombianos, quienes ven el sistema como un casino amañado que enriquece a unos pocos mientras los demás recogen migajas.
La encuesta, realizada entre octubre y noviembre de 2024 con 30 mil participantes en 28 países (margen de error global ±0.7%, por país ±2.8-3.8%), revela que esta percepción socava la confianza y el optimismo—los cimientos para que la innovación no parezca una amenaza distópica.
Los números son claros: menos de la mitad de ambas poblaciones cree que la próxima generación tendrá un futuro digno. Sin confianza, las grandes ideas se desvanecen como humo.
En este terreno fracturado, las empresas se alzan como la institución menos desprestigiada, con un 67% de confianza en México y un 63% en Colombia.
Pero no se confíen, CEOs: esa fe es un castillo de naipes, especialmente entre quienes sienten la fractura social más profunda, escudriñando cada decisión en busca de hipocresía.
No bastan reportes brillantes ni discursos de "sostenibilidad" vacíos (piensen en esas multinacionales que juran "impacto social" mientras esquivan impuestos).
El público exige un contrato social sólido, y aquí va el estridente #ruidoblanco: empleos locales bien pagados, inversión en comunidades y reconversión laboral para no quedar varados en un mundo que muta sin aviso.
Los líderes empresariales, más creíbles que gobiernos (47% en México) o medios (64% en México), tienen una ventana estratégica, pero solo si entregan resultados concretos que se sientan en la calle. El "Barometer" lo demuestra: un impacto social claro fortalece la confianza, abriendo la puerta a la innovación.
El panorama se complica con un dato brutal: más del 75% en ambos países cree que los líderes —gubernamentales y empresariales— mienten a propósito, como si nos tomaran por tontos.
Este abismo de credibilidad alimenta un ciclo que asfixia el optimismo económico. Solo dos de 13 países con elecciones recientes (Argentina, +9%; Sudáfrica, +4%) mejoraron su confianza significativamente, según el "Barometer".
La solución no está en comunicados huecos ni en campañas de imagen; requiere una transparencia que incomode y un cambio estructural que desmantele las raíces de la desconfianza.
La innovación necesita un suelo donde la gente confíe en que sus beneficios no se quedarán en las manos de siempre. El desafío es claro: empresas, gobiernos y ONG deben meter las manos en el fango, invertir en comunidades y construir un relato de progreso que no excluya.
Es una tarea colosal, pero la inacción nos condena a un futuro donde la innovación es un lujo de élites; un futuro que, con este #ruidoblanco, recibe un enfático rechazo.
Gracias Mariana, Marisa y al equipo de Edelman México por la invitación; así como al IPADE por recibirnos.
- Los datos del "Trust Barometer 2025", que sustentan estas reflexiones, corresponden a una encuesta realizada entre octubre y noviembre de 2024, con 30 mil participantes en 28 países, presentando un margen de error global de ±0.7% y por país entre ±2.8% y ±3.8%.