"Men are more moral than they think and far more immoral than they can imagine.” ― Sigmund Freud
Nuestro mundo cambió, ahora hablamos de fases, aislamiento y educación o trabajo remoto. El virus nos empujó a adoptar con mayor velocidad tecnologías en entornos en los que éramos más resistentes (trabajo remoto, educación, reuniones familiares) esto nos presenta soluciones y nos permite sobrellevar algo que constantemente nos decimos “saldremos de esta, juntos”. Pero también implica unas cuantas cosas más, aceptar que perdimos el estilo de vida que teníamos, que lo que veíamos como normal dejó de serlo y esto lleva a pasar por el duelo.
Como he mencionado antes, tenemos suerte, en esta etapa de la humanidad contamos con cables, satélites, servidores, computadoras, dispositivos móviles y gente brillante que los utilizó para conectarnos. Por supuesto que es diferente la infraestructura de conectividad para trabajar que para vivir la vida cotidiana, que teníamos hasta hace unas semanas. Tenemos aplicaciones que nos permiten seguir apoyando negocios locales, PyMEs que pueden pasar rápidamente de un negocio en calle a ofrecer sus productos a través de redes sociales.
Por supuesto que esto es parte de la ecuación, hay otros superhéroes que atienden farmacias, trabajan en los supermercados, carteros y por supuesto toda la gente que trabaja en el servicio sanitario, médico y hospitalario. Ellos también corren con la suerte de trabajar en un mundo que hoy les permite poder acceder a colegas e información de forma mucho más rápida que antes. Esto es importante, los expertos son los que requieren y saben procesar mejor la información médica, tomar decisiones o acciones relevantes para sobrellevar la situación actual.
En un principio vas encontrando el valor de algunas cosas cotidianas, ese momento que podías tomar para ti si vives en familia o el de recibir visitas si vives solo, el valor de que los niños puedan socializar con otros niños, las reuniones donde los familiares y amigos se abrazan, el tiempo para notar ese #ruidoblanco.
También eso, inevitablemente, te va llevando a lo que perdimos y eso puede encaminar varias emociones alrededor del duelo. Aunque cada quién va a lidiar con la pérdida de forma diferente, es también buena hora para considerar que hay especialistas que pueden acompañarnos, e incluso pueden ofrecer terapia a través de videollamadas.
Tenemos las soluciones técnicas, pero por favor no olvidemos ciertas cosas que como humanos necesitamos. Si tienes la posibilidad de trabajar desde casa, haz con los problemas lo mismo que haces con el virus, haz lo posible por dejarlos dentro de la computadora (en lo posible) y no les des entrada a tu hogar. Busquemos tiempo para convivir, no solo sobrevivir y en medida de lo posible hagamos una revisión de la azotea ya sea hablando con un experto o con alguna de las múltiples aplicaciones para poner la mente en blanco: Endel.io, Headspace, Take a Break!, Relax. Si notas que algo no va bien con las cosas que piensas o tu actitud en el hogar, tampoco le dejes la situación a una aplicación, busca a un especialista (psicólogo).
Nota: La opinión de Ricardo Blanco es personal y no refleja la del medio ni la de la empresa para la que trabaja.