Pleitos internos, desunión, conductas políticas contrarias a sus principios y reglas, desplantes de soberbia, uso y abuso de recursos para satisfacer intereses personales y darle gusto al gusto, además de presuntos latrocinios y millonarios negocios cerrados al amparo de las influencias políticas y el nepotismo, evidencian en Morena un deterioro tan rápido y vertiginoso como su ascenso al poder casi absoluto que tuvo en tan solo diez años.

La carta de Sheinbaum a su partido, enviada al Consejo Político Nacional celebrado hace una semana, es el reconocimiento de esos y otros lastres a los que no hubo necesidad de ponerles nombre y apellido de tan evidentes los destinatarios de tales reclamos.

Recomendó plasmar y explicitar en su partido una serie de valores ético-políticos:

1. La unidad fundada en principios y sin caer en el sectarismo. Esta proposición llega cuando es evidente el choque en el partido y el equipo de gobierno entre los puros (radicales) y los moderados (negociadores) y entre “obradoristas” y “claudistas”. ¿Unidad cuando vemos a los operadores legislativos de Morena, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, “correrle el toro al revés” a la Presidenta en varias de sus iniciativas?

2. Todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez, no viajar en aviones o helicópteros privados (¿oíste Monreal?) o anhelar ropa de marca (¿sería el destinatario Andy López Beltrán?) o tratar mal a las personas (¿fiscal Gertz?) o andar con guardaespaldas y un séquito de camionetas para ir de un lado a otro, o comer en restaurantes caros (¿casi todo el gabinete?).

3. Las personas que legislan no deben andar en congresos internacionales con recursos públicos para viajar al extranjero en turismo político. ¿Acusaría de recibido el presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, tras su periplo a París en una cabina clase premier del avión que lo llevó y lo trajo de la capital francesa?

4. No permitir amiguismo, tráfico de influencias ni nepotismo. De los dos primeros, no fueron pocos los casos que se conocieron durante el gobierno de AMLO y sobre el último, Sheinbaum pidió que la ley que impide a familiares directos ser candidatos al cargo de elección que deja su pariente aprobada para ser vigente a partir de 2030, aplique en Morena desde 2027. Esto ha generado tensiones en casos ya muy cantados como el de Félix Salgado Macedonio que aspira a suceder en Guerrero a su hija Evelyn o el de Saúl Monreal que pretende en Zacatecas ocupar la candidatura a la gubernatura, actualmente a cargo de su hermano David. Aliado en la coalición legislativa mayoritaria, el Partido Verde reclama (aunque no está obligado por las reglas de Morena) que se garantice en San Luis Potosí la candidatura de la senadora Ruth González Silva, esposa del actual gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Asunto este último al que se suman las recientes tensiones de Morena con el PT, lo que pone en riesgo la solidez y fuerza de la alianza mayoritaria.

4. No colusión con la delincuencia, ni la organizada ni la de cuello blanco. ¿Qué pasaría de aplicarse este principio ético-político con personajes como el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, o el de Tamaulipas, Américo Villarreal, o el de Oaxaca, Salomón Jara? ¿La expulsión sería su destino?

5. Reglas claras para los aspirantes a candidaturas en cuanto a tiempos de promoción y patrocinio, un tema que adquirió gran relevancia, inclusive como desafío a la Presidenta, con la campaña anticipada que ha realizado en Chihuahua la senadora Andrea Chávez, con todo el apoyo del líder de la mayoría morenista en la cámara alta, Adán Augusto López, y el financiamiento privado, prohibido por la ley, del empresario Fernando Padilla Farfán.

 Sobre la base de lo anterior, el Consejo Político Nacional de Morena emitió lineamientos de conducta para quienes buscan contender por puestos de elección popular en 2027, algunos de ellos un tanto descafeinados en relación con la carta de Sheinbaum: respetar tiempos internos y electorales, campañas a ras de tierra, casa por casa y sin derroche de recursos, prohibición expresa del uso de ropa de marca, de autos y restaurantes de lujo y de helicópteros o vehículos blindados; rotundo no al tráfico de influencias y respeto e igualdad entre la militancia.

Entre 1987 y 1993, cuando el PAN dio el salto para dejar de ser un partido opositor testimonial y empezó a sumar victorias electorales su respetado líder nacional, don Luis H. Álvarez repetía insistente y constantemente a dirigencia y militancia panistas que había que “ganar el poder, sin perder al partido”.

Con el triunfo de Fox en 2000 el blanquiazul ganó el poder, pero con Calderón en 2006 empezaron a perder al partido por errores como los que ha comenzado a cometer Morena. El panismo foxista calderonista fue pavimentando el regreso del PRI al poder en 2012, hasta que fue expulsado de él en 2018 con Morena y López Obrador.

¿A quién le estará pavimentando Morena el regreso a Palacio Nacional?

Atrás parecen haber quedado los postulados de López Obrador: no mentir, no robar y no traicionar. Hasta donde hemos visto los tres conceptos han sido violentados.

El decálogo de buenas intenciones de Claudia Sheinbaum leído en el Consejo Nacional morenista, fue como una llamada a misa, porque no todos hicieron eco al exhorto presidencial, sabiendo que no pocos integrantes de la cúpula del partido Morena desde hace mucho decidieron bailar con el diablo y continuar con la “escuela” de impunidad, corrupción, cinismo y nepotismo, que llevaron al PRI y al PAN al vergonzoso lugar en que se encuentran como organizaciones políticas.

Si hablamos de nepotismo ahí están los casos de la dirigente nacional del partido, Luisa María Alcalde, una burócrata convertida en líder partidista quien tiene a su madre Berta Luján en el círculo íntimo de AMLO, a su hermana Berta como fiscal general de Justicia de la Ciudad de México y a su papá Arturo Alcalde Justiniani como asesor en la Secretaría del Trabajo.

Que se sepa, Andrés Manuel López Beltrán, “Andy”, carece de los méritos indispensables como para encontrarse en un lugar preponderante de la dirigencia morenistas. Se desconoce cómo y dónde inició su carrera política y tampoco se le ha escuchado un discurso que muestre que da el kilo en estos menesteres, salvo que es hijo de AMLO.

De Layda Sansores, no extraña que haya impuesto al panista Jorge Luis Lavalle como secretario de Desarrollo en el gobierno de Campeche, pues trae consigo el ADN priista heredado de su padre Carlos Sansores Pérez, exlíder nacional del PRI.

En Oaxaca, el gobernador Salomón Jara tiene a casi toda su familia en distintos cargos públicos y destaca que, desde el mismo gobierno federal, su hija Shunaxhi-Nabaany Magdalena Jara Bolaños fue designada encargada del despacho de la representación del Infonavit. Con cinismo inaudito, Jara dice: “Yo no tengo la culpa que los integrantes del gabinete escojan a mis familiares para ocupar cargos públicos”.

En Yucatán, las pugnas internas están a la orden del día y los abusos de poder y el tráfico de influencias del gobernador Joaquín “El Huacho" Díaz, son denunciados por los mismos morenistas.

Y en Veracruz, la gobernadora Rocío Nahle denunció que su antecesor del mismo partido, Cuitláhuac García, desvió varios miles de millones de pesos, hecho que exhibe nuevamente que el no robar, no mentir y no traicionar, pasó a un nivel menor desde que AMLO optó por el retiro a Palenque.

Instantáneas

1. EVASIÓN EN YUCATÁN. Mediante un video difundido en redes sociales, Bayardo Ojeda Marrufo, excandidato de Morena, Verde y PT a diputado por el Distrito VIII local de Yucatán, dio a conocer que denunció ante SAT y ante la FGR a "El Huacho" Díaz Mena por defraudación fiscal y la probable comisión de otros delitos, como enriquecimiento ilícito. Ojeda Marrufo expuso que en cifras publicadas por el propio Diaz Mena en la plataforma "Observatorio Electoral" del sitio del Instituto de Transparencia de Yucatán, gana 487 mil pesos al mes, pero solo paga impuestos por 87 mil pesos, es decir evade impuestos por casi cinco millones de pesos anuales. Las denuncias solicitan que el SAT ejerza sus facultades de comprobación y revise el origen de sus recursos y la violación a diversas disposiciones penales y fiscales.

2. NADIE PARA AL CASINO DE LA 4T. Las máquinas de juego ya están prácticamente listas en el Casino Jubilee en Naucalpan, que será el centro de juegos de apuestas más grande del país y de América Latina, prácticamente en los límites de la CDMX y Edomex. Los trabajadores avanzan a marchas forzadas para que en dos semanas sea la inauguración, a pesar de que el presidente Municipal de Naucalpan, Isaac Montoya, no ha otorgado ninguna licencia para su funcionamiento. Hay muchas preguntas que no han tenido respuesta, la primera es si hay algún cambio en la política pública del gobierno federal para que ya se comiencen a abrir nuevos casinos. La otra, que hacen los vecinos, es qué autoridad federal protege a la empresa para que pase por encima del alcalde de Naucalpan y de las protestas vecinales. Quién tiene tanto poder para permitirles seguir trabajando para su próxima inauguración con completa impunidad. ¿Sabrá la presidenta Claudia Sheinbaum que ya abrirá el que será el primer casino de la Cuarta Transformación? ¿Tendrá su aprobación o le quieren dar madruguete antes de que anuncie la reforma a la Ley de Casinos que anunció el año pasado? Los vecinos se están organizando para presentarse el martes en la conferencia matutina de Palacio Nacional para protestar por este atropello a sus derechos y por la afectación que tendrán en su colonia.

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