Las de pasado mañana serán unas elecciones que quedarán en el registro histórico del país, sea cual sea su resultado y sus eventuales consecuencias en el reparto del poder político y la representación nacional.
De entrada, surgirá de ellas nuestra primera mujer presidenta, casi 69 años después (3 de julio 1955) de que las mexicanas conquistaran su derecho al voto y tras una muy larga lucha por la igualdad de género que el domingo llegará a un punto culminante.
Cruciales serán el desarrollo de la jornada y los acontecimientos inmediatamente poselectorales.
El peor de los escenarios tendría dos ingredientes: 1. Que las votaciones se vieran empañadas o impedidas en algunas regiones del país por la violencia y el crimen organizado como desafortunadamente se ha presentado en la víspera; y 2. Que la diferencia entre la ganadora y el segundo lugar fuera tan estrecha que diera lugar a las sospechas de fraude, a las impugnaciones a las protestas callejeras y a una incertidumbre como la vivida en 2006 durante la noche del domingo de la elección, la madrugada del lunes y los meses subsecuentes.
Tal escenario se desvanece al ver la amplia ventaja que da el promedio de encuestas a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez, aunque el domingo, ya frente a la urna, las ciudadanas y los ciudadanos podrían darle un vuelco a lo previsto.
Las encuestas son, pese a sus eventuales imprecisiones, las herramientas más objetivas para documentar el estado y sentido de la opinión pública. Todas le dan ventaja de dos dígitos a la candidata de Morena, aunque llamó la atención la de GEA-ISA que redujo a ocho puntos la desventaja de la candidata del PRIAN.
En cuanto a la conformación del Congreso, de acuerdo con las encuestas, Morena y aliados no alcanzarán la mayoría calificada que les permita reformar la Constitución por sí solos, aunque muy probablemente logren la mayoría absoluta con la mitad más uno de los asientos legislativos.
La lista nominal de electores quedó finalmente conformada por 98.32 millones de ciudadanos. El abstencionismo, según el promedio de las tres últimas elecciones presidenciales, podría ser de 38.81%. Se estima, en consecuencia, que el domingo estar los án votando 60.65 millones de electores.
De ese total, las encuestas le dan a Morena 26.69 millones de votantes (44%), al PAN 12.73 millones (21%), a MC 6.06 millones (10%), al PRI otros 6.06 millones (10%), al Verde 3.63 millones (6%), al PT 2.42 millones (4%) y al PRD 1.21 millones (2%).
Este último estaría apenas con el mínimo necesario para conservar el registro como partido. Pero para al PRI (que a lo mejor ya no alcanza a festejar sus cien años), el panorama no es menos ominoso: mismo número de votos que MC, reducido acceso a las diputaciones pluris y entrada a los terrenos de partidos meramente testimoniales.
Se estaría cumpliendo el vaticinio de un priismo ahora tránsfuga que advirtió que el otrora partidazo sería llevado a la tumba con Alejandro Moreno Cárdenas. La renuncia de la excandidata al gobierno del Edomex, Alejandra del Moral, y con ella de lo que quedaba del poderoso Grupo Atlacomulco, fue otro clavo a su ataúd. A eso súmele el tiradero de enemigos de su propio partido que “Alito” dejó en el camino, por lo que no es descabellado pensar que ya le preparan una especie de “noche de los cuchillos largos”.
Instantáneas:
1. BUENA SEÑAL. En su cierre de campaña en el Zócalo de la Ciudad de México, ofreció Claudia Sheinbaum “paz y armonía” a quienes no coinciden con su proyecto de gobierno. “Estoy segura de que, aunque muchas mexicanas y mexicanos no coinciden plenamente con nuestro proyecto o tienen preferencias por otras fuerzas políticas, todas y todos los mexicanos habremos siempre de caminar en paz y en armonía, sin discriminación”, dijo la candidata presidencial de Morena y aliados. Se trata de la primera señal de diálogo y entendimiento que se ha externado a lo largo de esta polarizada y confrontada campaña electoral. Sin duda buena señal.
2. ÍDOLO DE BARRO. Xóchitl Gálvez, por su parte, puso fin a su campaña en su pueblo de origen, Tepatepec, Hidalgo. Dijo que el próximo domingo “caerá un falso ídolo con pies de barro”. ¿A quien se refería? ¿A AMLO? ¿A Sheinbaum? No vaya siendo que a ella misma.
3. EL ATENTADO. Ominosa la que quedará registrada como última imagen de la campaña electoral 2024: una pistola apuntando a la cabeza y disparada contra el candidato de la oposición aliancista a munícipe de Coyuca de Benítez, Guerrero, José Alfredo Cabrero Barrientos. Sin menoscabo de su legítima preocupación por los niveles de inseguridad que se viven en el país, debe recordarse a quienes dicen que jamás habíamos visto semejantes imágenes que tal aserto es falso. Recuérdense las del crimen de Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de 1994.
4. GARANTIZAN ELECCIONES SEGURAS. Prácticamente todos los gobernadores del país están al frente de los operativos desplegados para garantizar una jornada electoral segura y pacífica. El énfasis se ha redoblado en estados donde se registraron recientemente hechos de violencia política. Es el caso de Guerrero, donde la gobernadora Evelyn Salgado declaró en sesión permanente la mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz desde donde se supervisará el desarrollo de los comicios del próximo domingo. En estos días se ha enfatizado en garantizar el traslado seguro del material electoral. Ya trabajan en ello 28 mil 800 efectivos de la Sedena, Marina, Guardia Nacional y de la policía estatal.
5. PROTECCIÓN DE CANDIDATOS. A la luz de los recientes acontecimientos, en el Estado de México la gobernadora Delfina Gómez ha reforzado los mecanismos de protección de candidatos a puestos de elección popular en el estado. Al frente de la tarea está el secretario de Seguridad, Andrés Andrade quien informó que el trabajo eficiente de la Guardia Nacional con policías estatales y municipales permitió que hasta el cierre de las campañas no se registrara ningún incidente mayor en los 125 municipios que conforman el Edomex.
@RaulRodriguezC