En cuatro días vence el plazo que marcó Donald Trump para la entrada en vigor de sus aranceles a productos mexicanos, sin que haya a la vista escenario alguno en el que se vislumbre la posibilidad de evitarlo porque “el rey anaranjado” considera insuficiente lo que se ha hecho para frenar el ingreso ilegal a su país de fentanilo e inmigrantes.
Aunque México ha informado de un significativo aumento de acciones contra el narcotráfico con los que claramente ha hecho a un lado la política de “abrazos y no balazos”, vergonzosamente a consecuencia de la amenaza estadounidense, no hay claridad de Trump respecto a lo que unilateralmente plantea en sus dichos como lo suficiente.
¿A cuánto fentanilo menos o a cuántos drogadictos estadounidenses menos o a cuántos migrantes menos correspondería la calificación aprobatoria o la reprobatoria? Es de contentillo y negocia con el mazo en la mano.
En ese contexto y con negociaciones ya en marcha sobre aranceles y seguridad entre funcionarios de alto nivel de ambos gobiernos reunidos desde ayer en Washington, Claudia Sheinbaum jugó ayer una carta muy importante y mandó a Trump un poderoso mensaje de cooperación al conceder en extradición a Estados Unidos una treintena de capos de la droga que estaban detenidos en México: Rafael Caro Quintero, fundador del cártel de Guadalajara, y los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, iniciadores del sanguinario cártel de Los Zetas, entre algunos de los más significativos.
Caro Quintero (condenado y encarcelado en México, corruptamente liberado y después recapturado), fue uno de los responsables de la tortura y asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena el 9 de febrero de 1985.
Desde entonces, ya hace cuarenta años, la agencia antidrogas estadounidense busca revancha de aquel que considera un proditorio crimen y sin duda le apuesta que juzgar a Caro Quintero en cortes estadounidenses, saciará una sed de venganza atizada por otros episodios como el de la humillación que acusó la agencia antinarcóticos luego de que se viniera abajo la detención en Los Ángeles por acusaciones de narcotráfico de quien fuera secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el general Salvador Cienfuegos y las restricciones impuestas posteriormente a los agentes estadounidenses por el gobierno de López Obrador.
Otro de los extraditados, por cierto, es Jesús Ricardo Patrón Sánchez “El H3”, considerado el líder regional del cártel de los hermanos Beltrán Leyva en Nayarit quien según las acusaciones de la DEA operaba bajo la protección y complicidad del alto mando militar repatriado a México por Estados Unidos y exonerado por la justicia de nuestro país.
Otros de los extraditados forman parte de los cárteles históricos, además de varios de los actuales, lo que les dará a los estadounidenses una visión más completa y clara del violento y mortal negocio de las drogas.
Es el caso, entre otros, de Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, quien se convirtió en el líder del “Cártel de Juárez” a la muerte de su hermano Amado Carrillo Fuentes “El señor de los cielos”; de Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, principal operador financiero y logístico del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hermano del capo de capos de ese grupo delictivo Nemesio Oseguera “El Mencho”; de Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”, ex líder de Los Zetas y fundador del cártel del Noreste; y de Óscar Omar Treviño Morales, alias “Z-42”, considerado uno de los principales generadores de violencia en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
También están Inés Enrique Torres Acosta, alias “El Kiki Torres”, jefe de seguridad de “El Mayo” Zambada; José Guadalupe Tapia Quintero, alias “Lupe Tapia”, lugarteniente del cártel Sinaloa y también operador de alto rango de “El Mayo”; José Bibiano Cabrera alias “El Durango”, jefe de plaza del cártel de Sinaloa, vertiente de “Los Chapitos”, en el municipio de Altar, Sonora; Andrew Clark, alias “El Dictador” quien fungía como enlace logístico entre el CJNG y el cártel del Pacífico; y José Jesús Méndez Vargas, alias “Chango”, líder y fundador de “La Familia Michoacana”
Una extradición masiva de capos como ésta solo tiene el precedente la realizada en enero de 2007 por el gobierno de Felipe Calderón en el más absoluto sigilo. Entonces fueron entregados a la justicia estadounidense narcos como Osiel Cárdenas Guillén, “El Matamigos”, líder del cártel del Golfo; Héctor “El Güero” Palma Salazar, socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán; y los hermanos Ismael y Gilberto Higuera Guerrero, sicarios del cártel de los Arellano Félix.
La fiscalía general de la República y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (cuyos titulares Alejandro Gertz Manero y Omar García Harfuch forman parte junto con los titulares de la Defensa, general Ricardo Trevilla. y de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, de la delegación mexicana que negocia en Washington) informó ayer en la mañana que había entregado en extradición a la justicia de Estados Unidos a 29 integrantes de la delincuencia organizada.
Esto se sumó al informe que presentó el gabinete de seguridad el martes pasado en el que se dio cuenta que el gobierno de Sheinbaum ha decomisado en los cinco meses que lleva más de una tonelada de fentanilo, un millón y medio de pastillas de esa misma droga, 47 toneladas de metanfetamina, 30 toneladas de cocaína y 30 toneladas de mariguana, además de haber desmantelado 329 laboratorios clandestinos de metanfetaminas
A ver con qué sale ahora Trump porque apenas la tarde del miércoles pasado anunció que aplazaría por segunda vez, ahora hasta abril, la imposición de los aranceles, pero ayer jueves en la mañana dijo que siempre no, que no los postergará un mes más y que entrarán en vigor el próximo martes 4 de marzo porque no se ha hecho lo suficiente para frenar el ingreso ilegal a su país de fentanilo.
Ya veremos también si este manotazo en la mesa de Sheinbaum cambia los términos de la relación y la negociación con Estados Unidos, si contiene la obsesión arancelaria de Trump y si desata, ojalá que no, reacciones violentas en los territorios de los capos extraditados.
Instantánea:
1. NEPOTISMO Y LA UNIDAD DE MORENA. El debate sobre la reforma que prohíbe la reelección y el llamado nepotismo electoral aprobada en el Senado con un transitorio que establece que su vigencia será a partir del año 2030 y no del 2027 como originalmente lo propuso la iniciativa de la presidenta Sheinbaum sigue dando de qué hablar. Por el tema hay riesgos de fractura según dejan ver las posiciones que al respecto se han tomado tanto al interior de Morena como con su liado el Partido Verde. El partido en el gobierno procesa una división que no le conviene de cara a próximas elecciones estatales y las federales intermedias. La presidenta Sheinbaum reiteró su posición de que esto aplique desde 2027 de manera que ningún familiar en línea directa pueda suceder a otro en un cargo de elección popular y que quien no lo haga quedará muy mal frente a la ciudadanía. Es curioso que el Verde, muy interesado en la posposición de la medida hasta 2030 para garantizar que la senadora Ruth González Silva, esposa del gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, fueran candidata a sucederlo, haya dado un paso de lado tras conocer que la legisladora rechazó que busque la gubernatura. No parece ser el caso de otro senador que se vería perjudicado si la nueva legislación aplica desde 2027, el zacatecano Saúl Monreal, aspirante a suceder a su hermano David, quien de plano ya dijo que el pueblo lo dispondrá en su momento. Otro es el caso del también senador Félix Salgado Macedonio, con la aspiración de suceder en el gobierno de Guerrero a su hija Evelyn. De acuerdo con diversos sondeos de opinión, tanto Monreal como Salgado son aspirantes naturales, pero este último ha respaldado la propuesta de Sheinbaum de que la reforma sea vigente desde 2027. Sea o no sea candidato, Salgado Macedonio es la mejor carta de Morena para mantener la gubernatura.
2. LA LUCHA POR LA NUEVA CORTE. La ministra Loretta Ortiz acudió a un diálogo con integrantes del grupo parlamentario de Morena de la Cámara de Diputados sobre lo que ella considera el proceso democrático más importante del país en los últimos años: la elección de jueces, ministros y magistrados del Poder Judicial. Ortiz, sobre quien ha habido guiños que la podrían posicionar como la ministra favorita de los morenistas en las elecciones del próximo primero de junio, insistió ante los legisladores morenistas que los excesos que existen en el Poder Judicial requieren una reforma que implique cambios profundos, no solo de apariencia o fachada. La ministra Ortiz no negó su deseo de continuar en el máximo tribunal del país, pero recordó y defendió el hecho de que sea el pueblo el que diga la última palabra. Al encuentro con legisladores de Morena también asistieron sus compañeras ministras Lenia Batres y Yasmín Esquivel, quienes junto con Ortiz se dijeron abiertas a reunirse con otros grupos parlamentarios para exponer las nuevas disposiciones constitucionales. Ya veremos si las convoca alguna fracción parlamentaria opositora.
3. BUENA GESTIÓN EN ADUANAS. La Agencia Nacional de Aduanas (ANAM), con una operación compleja que involucra personal militar y civiles, dio buenas cuentas recaudatorias el pasado 15 de febrero cuando el doctor André Foullon Van Lissum dejó su titularidad. La ANAM impulsó la profesionalización de su personal, incrementó el número de operaciones de comercio exterior, implementó proyectos de infraestructura aduanera como el Centro de Producción y Adiestramiento Canino y modernizó el Laboratorio de Aduanas, por destacar solo algunos logros. El liderazgo de Foullon fue reconocido como un factor clave para cumplir con los objetivos primordiales de la institución: el incremento de los ingresos federales aduaneros, la modernización de las aduanas, y la actualización de los sistemas tecnológicos a través de la Plataforma Única Aduanal. Todo indica que el titular designado por el nuevo gobierno, Rafael Marín Mollinedo, recibirá aduanas con bases sólidas que potenciar.
@RaulRodriguezC
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