Fue la publicación en noviembre de 2021 del libro “Por una democracia progresista” del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, la que concitó al amplio grupo de políticos, académicos, empresarios y activistas de la sociedad civil a la conformación del nuevo frente opositor Colectivo por México, anunciada el lunes pasado en el WTC de la CDMX.
En apretada síntesis, el libro concluye que el país atraviesa por una crisis institucional y, tras hacer una revisión histórica y documental de la Revolución Mexicana, considera que debe regresarse a sus principios e ideología, pues “todavía propone soluciones inmediatas y le resta mucho camino por andar”.
El senador Dante Delgado, fundador y mandamás del partido Movimiento Ciudadano, sembró, en torno a los planteamientos del libro de marras, la pertinencia de un debate amplio y plural, por encima de los partidos y, según dice, sin objetivos electorales.
Fue así que convocó a sumarse a ese debate a algunos de sus correligionarios, entre otros la también senadora Patricia Mercado y los diputados federales Ivonne Ortega y Salomón Chertorivsky; al investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadez; a la historiadora Patricia Galeana, a la experta en política social, Clara Jusidman y, por supuesto, al ingeniero Cárdenas, quien acogió la idea con entusiasmo y a su vez convocó a politólogos como el exconsejero del IFE, Mauricio Merino del movimiento “Nosotros”, que por cierto preside el hijo del general.
Los convocados se sentaron a comer a principios del año pasado en el Club Asturiano en lo que fue la primera de varias comidas mensuales y bimestrales, a las que se fueron sumando otros invitados. Dante, por cierto, también convocó a priistas como el exrector de la UNAM, José Narro Robles y al excandidato presidencial tricolor, Francisco Labastida Ochoa.
Al cabo del tiempo se sumaron al cónclave del Asturiano la excandidata perredista al gobierno de la CDMX, Alejandra Barrales, la senadora Josefina Vázquez Mota, excandidata presidencial del PAN, el exsecretario de Salud, Julio Frenk, el ministro en retiro de la Corte, José Ramón Cossío, los exconsejeros del INE, Marco Baños y Benito Nacif, y empresarios como Juan Pablo Castañón, exlíder del Consejo Coordinador Empresarial, y Bosco de la Vega, del Consejo Nacional Agropecuario.
Los encuentros previos al anuncio oficial del nacimiento del Colectivo por México fueron en la oficina privada que el exrector Narro tiene en la colonia San Miguel Chapultepec. Para entonces Luis Farías, cercano colaborador del expresidente Carlos Salinas, ya llevaba la relatoría de los encuentros e integraba las ideas del documento que Diego Valadez nombraría como “Punto de Partida”.
Se conformó así un diagnóstico de problemas nacionales que no se están resolviendo con las políticas implementadas por el gobierno de AMLO o que se están enfrentando de manera equivocada o con las mismas recetas que antes no funcionaron.
Le llamaron la “huella del dolor”, concepto fundamentado en la idea de que no se puede seguir trabajando por el país sin ser sensibles al sufrimiento que provocan en la gente los graves problemas de la inseguridad, la corrupción y la pobreza.
Por consenso se planteó que no se trata de una plataforma para pegarle a AMLO y a su gobierno, que no está concebida para el juego de las coaliciones electorales ni busca pleitos, que está por arriba de los partidos y que, por lo tanto, se aleja de la dinámica opositora de la coalición “Va por México” del PAN-PRI-PRD o de “Sí por México” auspiciada por Claudio X. González y que reúne a varias organizaciones ciudadanas.
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas fue un central y asiduo asistente al cónclave del Asturiano, según corroboraron varios de los participantes consultados por esta columna. Inclusive propuso la realización en junio próximo de una Convención Nacional Democrática para que las ideas integradas a la nueva plataforma “no quedaran en el aire”.
Por eso llamó tanto la atención su ausencia en la reunión previa al lanzamiento del Colectivo por México y a la del anuncio de su formalización el lunes 30 de enero pasado.
Al día siguiente, martes 31 de enero, la reacción de AMLO fue virulenta. Dijo que se trataba del ala moderada del bloque conservador y arremetió contra Cárdenas. Dijo respetarlo en lo personal, pero que en política si tenía diferencias con él y que, por lo tanto, lo consideraba un adversario político. “Cada día que pasa hay más definiciones y es muchísimo mejor saber quiénes son realmente los adversarios que enfrentar a simuladores”, señaló López Obrador.
Por la tarde de ese martes 31 de enero, el ingeniero Cárdenas difundió una carta que título “Razones de mi ausencia de Punto de Partida”. En ella reconoció que vino conociendo a lo largo del tiempo la elaboración del documento de marras, pero que en ningún momento fue convocante de nadie y que en su momento informó a quienes lo invitaron a conocer del proyecto y a dar seguimiento a su proceso de elaboración, que “a partir de consideraciones de carácter político, no seguiría participando más”.
Si bien el deslinde fue bien recibido al día siguiente miércoles primero de febrero por el propio AMLO, quedó en el aire la pregunta de cuáles eran las consideraciones de carácter político a las que aludió Cárdenas.
“Yo ya no estoy ahí”, me contestó el ingeniero cuando se lo pregunté el viernes pasado.
Solo queda así conjeturar. ¿Recibió presiones del gobierno? ¿Se le amenazó con el fondeo de su Fundación para la Nueva Democracia? ¿Influyó su hijo Lázaro, quien es el coordinador de asesores de López Obrador?
Lo cierto es que éste no ha sido el primer desencuentro, ni será el último, entre Cárdenas y AMLO desde que empezaron a caminar políticamente juntos tras la cuestionada elección de 1988, en el que el hijo del general perdió la Presidencia y que dio lugar a que ambos, y otros personajes como Porfirio Muñoz Ledo, fundaran el PRD.
Instantáneas
1. CONSTITUCIÓN. Cuidando seguramente lo institucional, pero en un “cara a cara” que confrontará posiciones de los tres poderes del Estado respecto a la pregunta de sí ha sido violentada la Constitución, no hay que perder de vista los discursos que se pronunciarán hoy en Querétaro durante la ceremonia conmemorativa del aniversario número 106 de la promulgación de nuestra Carta Magna. Harán uso de la palabra el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel y la presidente de la Corte, Norma Lucía Piña Hernández, ambos en el primer discurso que pronunciarán en un acto de Estado. Se dice que en ambos habrá un hilo conductor en el que se recordará que la ley es la ley. También hablará el presidente López Obrador, quien en anteriores ocasiones ha dicho que no le vengan con esa. Habrá que ver.
2. FISURAS. Dicen los que saben de las lides electorales que la alianza Va por México en el Edomex no está caminando. A su abanderada, Alejandra del Moral, se le ve como una candidata atractiva, pero al parecer no está contando con los operadores políticos adecuados. Éstos han sido impuestos por el gobernador Alfredo del Mazo que, se asegura, están excluyendo a los panistas, mientras crece a rebeldía entre los perredistas. Por eso ha empezado a circular la versión de que la alianza pende de un hilo. Entre tanto, la candidata morenista Delfina Gómez insiste en que les sigue yendo “requetebién” y asegura que “está firme y más puesta que un calcetín”.
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