Mientras que en otros lugares de México y el planeta se degusta y descubre todo tipo de tequilas, en la cuna del mariachi y el tequila hay una marca que está presente en todo tipo de reuniones y mesas. Me llama la atención que se trata de una marca aparentemente sin muchas pretensiones, pero justamente ese es su principal atributo. Antes de revelarle el nombre de ese tequila de moda, hagamos un repaso de los tequilas que también fueron profetas en su tierra.
En este espacio ya les comentaba de una marca de abolengo que muchos tapatíos también prefieren. Me refiero a Tequila Siete Leguas, de Fernando González. Este producto sin mucho ruido mediático se posicionó primero en Jalisco y luego en gran parte del país.
Otra marca que se llegó a poner de moda en estas tierras es Tequila Campo Azul, blanco y reposado, creación de don Ricardo López y Jorge Hernández. De repente, todos tenían en sus fiestas y vitrinas esta triangular botella; de hecho, en algunas cadenas de hoteles te encontrabas miniaturas de este rico producto.
En la época de los noventas e incluso hasta los “dosmiles” hubo un tequila que, debido a su éxito, se dice que arrasó con todos los cultivos de agave. Me refiero a Tequila El Jimador, de Herradura, hoy propiedad de la firma Brown-Forman. Era tal el nivel de demanda, que incluso tuvieron que modificar la leyenda de la etiqueta, desapareciendo la frase: “100% puro de agave”. Hoy El Jimador por supuesto que es 100% puro de agave y, a la vez, es uno de los principales impulsores de las ventas de la firma a nivel consolidado.
Dígame quién no llegó a probar Tequila Centenario de la casa José Cuervo. Su famosa y legendaria “Selección Suave”, conserva el linaje con el que fue concebido de manos de su creador Don Lázaro Gallardo, allá por el año de 1857. Pues bien, esta línea de tequilas también fue el deleite de bodas, graduaciones y posadas tapatías. No quiere decir que ya no se venda, pero poco a poco pasó su furor en estas tierras.
Don Julio es la joya de la corona de la firma internacional de bebidas Diageo y es también una marca que primero se ganó el respeto y reconocimiento en su propia tierra. De hecho, cuando Julio González mandó a hacer esa botella, lo hizo pensando en que no estorbara en una reunión, de ahí que su diseño bajito y regordete se pudo “colar” en todo tipo de mesas, reuniones y festejos especiales, además de su exquisito sabor.
Ahora sí, le cuento que actualmente el tequila de moda en Guadalajara es ni más ni menos que El Tequileño. Blanco o reposado, esta bebida de creación original de don Jorge Salles Cuervo, pero ahora propiedad de empresarios de origen canadiense, es el objeto de deseo de las gargantas y paladares exigentes de Jalisco.
Una botella sencilla y un producto delicioso, así es como describo esta bebida que ahora protagoniza todo tipo de agendas festivas, sin mayor esfuerzo que el famoso “de boca en boca” que los consumidores tapatíos hacen entre ellos. Tome nota.