Adriana Dávila fue diputada y senadora. Actualmente busca la dirigencia nacional del PAN. Aquí detalla sus aspiraciones.
1.-El PAN está justificadamente orgulloso de su pasado, sus grandes tribunos, la mística de sus militantes, la contribución que hizo a la democratización del país. Ahora bien, en vista de los resultados de la última elección ¿tiene futuro el PAN más allá de quién lo dirija?
El PAN tiene una responsabilidad con México que empieza por cambiar las prácticas antidemocráticas que se han instaurado con mucha fuerza. Especialmente durante la última década. Que todo mundo sepa que traemos cimientos sólidos, hay principios y doctrina. Documentos que nos han dado una plataforma ideológica lo suficientemente fuerte, pero que ahora está en riesgo de irse diluyendo si no se da un cambio profundo en las estructuras del partido y en la forma de conducirse. Independientemente de quién gane esta contienda interna, hay por supuesto una responsabilidad del PAN. Lo cierto es que será prácticamente imposible con el mismo grupo que tiene prácticas antidemocráticas, mencionado por serios señalamientos de actividades poco éticas. En ese sentido, el problema es que el PAN estaría siempre a la defensiva. Estaría defendiendo personas, no las causas de la institución y menos las de los mexicanos.
2.- ¿Qué medidas tomaría en lo inmediato para diferenciarse de la dirigencia saliente?
Empezaríamos con una revisión de las personas con quienes contamos como fuerza política en cada uno de los estados. Es fundamental que el PAN haga un ejercicio de autocrítica y se pronuncie ante México, con el compromiso de hacer los cambios necesarios para reconstruirse en cada municipio de este país y empezar una reorganización interna. Otro elemento es exigir que el gobierno empiece a resolver los problemas de todos los mexicanos sin evadir sus responsabilidades. Para eso necesitamos cohesionarnos los panistas y eso sólo se puede lograr si aplicamos las medidas democráticas necesarias. Es importantísimo que el PAN deje de funcionar como una franquicia. Necesita volver a ser la institución que aplique con toda la fuerza reglamentos y estatutos. Empezaríamos una consulta por todo el país, estado por estado y municipio por municipio.
3.- ¿Qué tipo de relación establecería desde la dirigencia con el grupo perdedor de la elección interna? ¿Cómo integrarlos o hacer que participen en una nueva etapa del panismo?
Nuestro proyecto no busca exterminar a ningún compañero del partido. La visión de nosotros es que la cohesión se logra cuando se cumplen las reglas. La mayor parte de ellos (el otro grupo competidor) tienen responsabilidades en la Cámara de Diputados o en la Cámara de Senadores. Pertenecen ya a los grupos que están dando representación pública a los panistas. Tendríamos que establecer un diálogo permanente que nos obligue a cohesionarnos, pero la única forma de que eso suceda es si todos respetamos las reglas. Hay que dar un mensaje claro de que la norma interna es el instrumento más poderoso del que disponemos para una convivencia sana. Necesitamos integrar a quienes no están integrados, que son básicamente la mayoría de la base militante. Tenemos que trabajar con responsabilidades específicas y establecer con mucha claridad las prioridades del partido respecto de las causas ciudadanas, que tienen que ver con una oposición evidente y fuerte, que no esté haciéndole guiños al gobierno federal.
4.- ¿Qué tipo de relación establecería con el gobierno de Claudia Sheinbaum?
La oposición por algo se llama oposición. Presentamos y representamos un proyecto distinto al que tiene el oficialismo. Claudia Sheinbaum dijo que no va a dialogar con la oposición y para eso está la Secretaría de Gobernación. Hay un desdén de la Presidenta de México hacia la oposición, pero tiene que ver con que la oposición no está legitimada democráticamente. ¿A qué me refiero? Justamente a las prácticas antidemocráticas que tenemos ahora en el partido. Ésas nos impiden que combatamos con toda la fuerza opositora al régimen. El primer elemento antes de dialogar con la Presidenta de México es dialogar entre nosotros y luego hacer las exigencias correspondientes al gobierno, le guste o no. El diálogo solo se podrá hacer una vez que vayamos recuperando la credibilidad de los ciudadanos. Este partido volverá a ser oposición cuando recupere la confianza de los ciudadanos.
5.- Usted ha manifestado interés por aumentar en docenas de miles los afiliados jóvenes del PAN. ¿Cómo se lograría eso, en vista de que precisamente los jóvenes no favorecieron con su voto al PAN en la elección pasada?
Hay 40 millones de mexicanos que no participaron en la elección del 2 de junio. Necesitamos que los jóvenes tengan muy claro que van a ser escuchados en Acción Nacional. Hay que movilizarlos. Tenemos afiliados apenas a cerca de 8 mil jóvenes. Necesitamos que ellos se multipliquen para llegar a 100 mil en el primer año. Eso pasa por la capacidad de que ellos establezcan su propio plan de trabajo y se pongan a trabajar. Hay muchos jóvenes dentro de Acción Nacional que están haciendo un esfuerzo muy importante, pero limitados por la falta de dirección del partido. Necesitamos que esos jóvenes vayan desplegando sus propias alas. Que vayan generando cercanía con hijos de panistas, amigos de panistas, deseosos de entrar, pero quienes, con el método de afiliación del PAN, están impedidos de incorporarse. Tenemos que cambiar la forma en la que el PAN afilia a sus militantes.
6.- ¿Qué tipo de relación establecería con otros partidos de oposición? Usted ha dicho que no continuaría la alianza con el PRI, pero no sé cómo concibe su relación con Movimiento Ciudadano.
Quiero recordar las palabras de Carlos Castillo Peraza “hay que apostar por nosotros mismos.” Llevamos muchos años en una relación medio rara con PRD, PRI y con MC. Eso ha mermado la relación entre panistas. Es fundamental que hagamos un viraje político que tenga más claro cómo nos relacionamos entre nosotros. Hay una urgencia y un mandato ciudadano de que la coalición con el PRI continúe en el poder legislativo. Sin embargo, yo veo con mucha tristeza que hay acciones que el PRI lleva a cabo solo y no consulta al PAN. Mejor dicho, no una consulta, sino que no hay un diálogo para tener una misma visión. Un caso concreto se dio el otro día con las tómbolas. El PRI se presenta y el PAN se ausenta junto con MC. Hay estrategias que me parece que tienen que ver con asuntos más personales. Por eso la apuesta tiene que ser un diálogo primero con los panistas, evidentemente con los ciudadanos y la relación natural de respeto, coincidencia, que debe construirse en el poder legislativo con otras fuerzas políticas.
7.- ¿Porqué sigue siendo vigente la doctrina del PAN en el siglo XXI? ¿Qué le puede aportar el pensamiento panista a México en el momento histórico que estamos viviendo?
El gobierno de Morena es la antítesis de la doctrina panista. Los principios de Acción Nacional siguen vigentes porque son universales. Hoy más que nunca, hace falta recuperar la idea del bien común. Hay una política electoral y de gobierno populista, pero no hay bien común. Ve cómo están los caminos y carreteras, destrozadas e intransitables. La violencia que existe en Chiapas o Guerrero… los mexicanos sufren el “sálvese quien pueda.” Cada mexicano tiene que resolver sus problemas solito, porque no hay una sociedad donde se aplique el principio de solidaridad. La solidaridad entre los mexicanos debe ser un elemento central. Hay que proponer los instrumentos de la propuesta de Acción Nacional para que la sociedad vaya resolviendo sus problemas. La subsidiariedad no es un principio aplicado en la actualidad, en este gobierno hay un paternalismo, yo diría que peligroso. Los cuarenta millones de mexicanos que no están participando en política se dan cuenta que los panistas no estamos siendo ni solidarios ni aplicando la subsidiariedad. No estamos generando ninguna propuesta para el bien común. Tampoco en lo más importante, la dignidad de la persona humana. Este gobierno se ha servido de la humillación, la ofensa y la polarización como armas para destruir al adversario político. El PAN tiene que empezar a poner por encima de todo la dignidad de la persona humana. Eso supone que cada ciudadano no tenga que depender del gobierno, sino tener la opción de apoyarse para su crecimiento y desarrollo, en mejores condiciones para su convivencia diaria.
8.- ¿Tiene usted algunos referentes políticos internacionales? ¿Estadistas de la escena política internacional a quienes usted admire o respete?
Espero no ser demasiado obvia en la respuesta que voy a dar. La resistencia que está oponiendo en este momento Corina Machado en Venezuela enfrentando un régimen que todo el mundo sabe que no es benéfico para los venezolanos. Ella está dando una batalla para plantearse como resistencia. Aquí la oposición mexicana planteó el concepto de resistencia, pero no. Ella no solo está resistiendo, está accionando. Me parece admirable que hizo a un lado su propia ambición para abrirles espacio a sus compañeros, pero la cara más visible sigue siendo la de ella. Por supuesto que eso nos obliga y compromete a nosotros. Aquí tenemos una Presidenta de la República que asume el poder diciendo que llegamos todas, pero hay que decir que seguimos teniendo deudas. Ni hemos llegado todas ni lamentablemente han llegado todos. Este es un gobierno que plantea las cuestiones como que si no estás con ellos, estás contra ellos. Por eso el ejemplo de Venezuela tendría que ser una referencia. Una referencia a la que no tendríamos que llegar, pero sí hay que tener presentes las acciones de Corina Machado en un momento verdaderamente complicado.
9.- ¿Siente usted confianza en la limpieza del proceso que está viviendo Acción Nacional? ¿Es equitativo, se está conduciendo de manera adecuada?
Inicié esta contienda con plena conciencia de que el piso no está parejo. Yo no vivo engañada Raudel. Entré a la contienda en un momento en el que todo mundo está dando pasos para atrás. Hay un grupo de personas en el PAN que no está comprendiendo que más allá de nosotros, el país está en peligro. La elección interna no se trata nada más de los panistas, sino de los mexicanos. Tomé la decisión de seguir dando pasos adelante justo por eso, porque nadie quiere darlos ni está pensando en México. Todo mundo se queja de lo que sucede, pero todo mundo está replegado. Por eso, sabes que le tengo no solo cariño a Juan José Rodríguez Prats, sino reconocimiento. Juan José es uno de los hombres que no se queda quieto. Están en ese mismo tenor Beto Cárdenas, Martín Orozco, quien está haciendo lo propio, dando pasos adelante. Estoy muy consciente de la dificultad, pero a la vez estoy agradecida por que hay un grupo de militantes que incluso sin renombre, están dando su batalla democrática porque hoy nos toca obligadamente hacerlo. Más allá del escenario complicado, ni podemos ni debemos rendirnos. Por México. Debemos hacer que este instrumento (el PAN) vuelva a ser EL instrumento democrático para los mexicanos. No podemos fallarle a millones de mexicanos que no tienen representación en su gobierno.
Adriana Dávila, gracias por su tiempo.