Imparable guerrera

Tú, que luchaste contra todo pronóstico, combatiste la violencia que tu familia ejercía en ti desde que eras una niña. Saliste de tu casa en busca de un lugar seguro y llegaste a un entorno aún más peligroso, con un hombre 15 años mayor que tú. Aun así, jamás dejaste de luchar para sobrevivir, y aunque hoy te encuentres tras las rejas, tu historia es un testimonio de resistencia y valentía.

En este Día Internacional de la Mujer, marcharemos por ti. Porque ser mujer no es fácil, y menos en un país como México, donde la violencia de género sigue arrebatándonos vidas todos los días. Marcharemos porque nadie, absolutamente nadie, debería estar en prisión por defenderse de su agresor. Gritaremos fuerte para exigir un país más justo, donde las mujeres podamos vivir seguras y libres de violencia.

Trabajaremos para transformar la mentalidad de nuestra sociedad. El feminismo no es una guerra entre hombres y mujeres, sino un movimiento que busca la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Feministas pueden ser nuestros hermanos, padres y esposos. Es feminista quien no permite que se maltrate a una mujer, quien cierra la brecha salarial, quien comparte las responsabilidades del hogar y la crianza con igualdad.

El feminismo también es una invitación a mirarnos con empatía, a reconocernos y a reconstruirnos desde adentro. Es saber que todas merecemos respeto, dignidad e igualdad de condiciones. Es tendernos la mano unas a otras, apoyarnos, caminar juntas y seguir luchando por un mejor mañana para nosotras, para nuestras hijas y nietas.

Eres un ejemplo vivo de resiliencia, capaz de enfrentar cualquier adversidad, incluso en un lugar donde predomina el ocio y el abandono. Cada día demuestras tu fortaleza, te levantas tras las caída y te mantienes de pie a pesar de las adversidades. Ningún error ni circunstancia difícil puede opacar tu potencial. Somos mujeres, mujeres con sueños, con historias únicas y con un valor inquebrantable.

No se trata de negar la realidad, sino de reconocer que, aunque las circunstancias sean duras, tu dignidad y tu esencia permanecen intactas. Cada día es una oportunidad para mantener la mente activa, para fortalecer tu espíritu y no permitir que nada ni nadie apague tu luz.

El camino no es fácil, sin embargo, también es una oportunidad para reinventarse, para aprender nuevas habilidades y para construir redes de apoyo basadas en la sororidad. Debemos creer en nosotras mismas, apoyarnos unas a otras, apoyémonos siempre.

Dejemos atrás la rivalidad, los rencores y las envidias. Aprendamos a vernos como aliadas, a reconocernos como compañeras en esta lucha. Llamémonos feministas con orgullo, no por radicales, sino porque siempre actuamos apoyándonos, unas a otras, construyendo redes de apoyo y siendo más fuertes aún en los momentos más difíciles.

Hoy, y cada día, recuerda que no estás sola. Marcharemos por ti, por todas las mujeres privadas de su libertad, porque son verdaderas guerreras. Admiramos su fortaleza y estaremos aquí, siempre, apoyándolas.

Atentamente

Raquel Aguirre

Directora Ejecutiva La Cana

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