Nuestro país se vistió de gala con la Cumbre Internacional de los Premios Nobel de la Paz celebrada en Yucatán, con la presencia de 31 galardonados que recibieron la medalla de Alfred Nobel por dedicar su vida a favor de la paz, la justicia y la fraternidad.
Y confirmo que fueron 31 galardonados, porque también estuvo entre los presentes ocupando el cuadro de honor Alfonso García Robles el único mexicano ganador del Premio Nobel de la Paz en 1982 por prohibir las armas nucleares en América Latina, quien pese al olvido en el que se encuentra por el gobierno y la cancillería mexicana, fue el único galardonado que sin estar físicamente, estuvo presente en la cumbre a través de la placa y la explanada que inauguraron con su nombre, en el Centro Internacional de Congresos de Yucatán una noche antes de iniciada la cumbre por la paz.
Durante la inauguración del espacio y la develación de la placa, el Gobernador de Yucatán Mauricio Vila junto a la Presidenta de la Cumbre Ekaterina Zagladina y el hijo del Premio Nobel marcaron el inicio de la cumbre histórica que quedará por siempre grabada en la memoria y el orgullo de los mexicanos.
Es preciso recordar que don Alfonso García Robles participó en la “Conferencia de los 75 Premios Nobel de la Paz”, organizada por el Presidente de Francia Fançois Mitterrand el 20 de enero de 1988 en la ciudad de Paris, evento que antecede a estas cumbres modernas que iniciaron en 1999, en aquella ocasión los acuerdos y las conclusiones de los galardonados determinaron formar una comisión especial que supervisara los países con graves violaciones a los Derechos Humanos, así como los lugares donde sucedieron grandes catástrofes humanitarias como Bhopal en la India y Chernobyl en Ucrania, para denunciar ante el mundo los atropellos, las violaciones y los abusos cometidos por esas naciones.
Nos hubiera gustado que esta cumbre en vez de abogar por legalizar las drogas, hubiera nombrado una comisión para investigar los abusos migratorios en Estados Unidos, el genocidio en Siria, la represión en Venezuela o el incendio del Amazonas. Como promoción turística fue todo un éxito, esperemos que también lo sea como defensa de la paz, del medio ambiente y la humanidad.
Al mismo tiempo que se celebraba la cumbre en Yucatán, la UNAM también realizaba sus acciones y homenajes por la paz; el Rector Enrique Graue educador humanista comprometido con la libertad y la paz, encabezó la tercer entrega de la Medalla Alfonso García Robles a 5 líderes sociales destacados por defender los derechos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, reconocimiento que enaltece el espíritu humano de quienes dedican su vida para preservar la paz, la justicia y la libertad.
Una vez entregadas las medallas, el Rector en compañía del Ombudsman se dirigió a la Facultad de Derecho a inaugurar el edificio que lleva el nombre del Premio Nobel de la Paz, donde también develó la estatua del Padre del Desarme Nuclear por ser uno de los hijos predilectos egresado de la UNAM.
Nos llena de orgullo saber que durante esta cumbre internacional, nuestro premio nobel de la paz estuvo presente en los foros, las conferencias y la explanada del centro internacional de Yucatán, y al mismo tiempo estuvo presente en la UNAM durante la entrega de las medallas, en la inauguración del edificio y en la develación del busto que honrará por siempre su memoria.
Presidente de la Fundación Alfonso García Robles