El presidente Andrés Manuel López Obrador ya decidió que su némesis rumbo a la elección presidencial de 2024 es Xóchitl Gálvez. Con desdén por las medidas cautelares que se le impusieron para que dejara de usar las conferencias mañaneras como arma contra la oposición y en particular contra la senadora con licencia, ahora le puso un nuevo sobrenombre. Primero la llamó La Señora X, cosa que Gálvez capitalizó en redes para promover su logo e imagen de campaña, que es precisamente una equis rodeada de un corazón. Ahora, el mandatario la bautizó como La Innombrable.
En unas cuantas semanas, desde Palacio Nacional pasaron de ver a la aspirante a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México como una “oportunista” que se quería subir a la mañanera a colocarla ya de plano en el nivel del que durante por lo menos dos décadas fue el villano favorito del lopezobradorismo: Carlos Salinas de Gortari, a quien se refería siempre como El Innombrable.
La decisión presidencial de hacerle la guerra a Xóchitl Gálvez ha llevado el tema a los tribunales, con cruce de quejas ante autoridades electorales pero también de denuncias penales. Aún no comienzan siquiera las precampañas, aún no hay candidatos presidenciales, pero la lucha es ya legal y penal.
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Del lado oficialista parece haber la conclusión clara de que la enemiga a vencer en el 2024 es Gálvez y que la tarea de combatirla no recae en los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial. No es la puntera de la contienda interna, Claudia Sheinbaum, la encargada de confrontar ideas ni dichos con la puntera del Frente. Pese a su historia como el impulsor de las complicadas reglas ahora vigentes para evitar la intervención desde el gobierno en los procesos electorales, es el presidente López Obrador quien constantemente enfrenta, descalifica y pretende ridiculizar a la más visible aspirante presidencial opositora.
EL APUNTE
Antes del arranque legal de las precampañas, la principal representante de la oposición tiene dos denuncias penales interpuestas por cuadros de Morena, la solicitud pública del presidente a la FGR para que la investigue y por lo menos cuatro quejas ante las autoridades electorales. De pilón, hasta el juez que ordenó cesar los ataques a Gálvez desde la Presidencia de la República será denunciado por el gobierno.
Del otro lado, la hidalguense impulsó una denuncia contra el mandatario por presunta violencia política de género, que ha llevado al tribunal electoral a imponer medidas cautelares, ignoradas por el habitante de Palacio Nacional, además de una denuncia penal por haber difundido información confidencial de Gálvez, sus empresas y sus clientes, y media docena de recursos y quejas por intervención ilegal del jefe del Ejecutivo en temas electorales.
Y aún faltan meses para el inicio oficial de la campaña.
