Por: Pola Grijalva

Hoy llega el Sr Trump a la Casa Blanca y con él, un renovado proteccionismo económico a través de la implantación de aranceles y barreras comerciales como herramientas para proteger a sus industrias nacionales, pasando por la revisión de las reglas del TMEC. Estas políticas nos plantean la necesidad de un debate amplio, sobre la implantación de una política sustitutiva de importaciones revisada (PSIr) para México, que refleje las complejidades de la economía global moderna.

La PSI que estuvo vigente desde la Segunda Guerra Mundial hasta los 80, se centró en fomentar la industrialización mediante la protección de sectores nacientes, para reducir la dependencia de importaciones en tres etapas, primero centrada en la producción de artículos de consumo, después de bienes intermedios y finalmente de bienes de capital. Sin embargo, este modelo se agotó, y más allá de revisitar los análisis de las causas de dicho agotamiento, el contexto actual exige responder a los desafíos contemporáneos tales como la globalización, el cambio tecnológico acelerado, la interdependencia económica, la crisis climática. Una PSIr tendrá que ser la base del nuevo modelo de desarrollo para México.

En primer lugar, es esencial fomentar la innovación y la tecnología avanzadas. Hoy en día, las economías necesitan invertir en investigación y desarrollo (I+D) para competir en sectores de alta tecnología en el mundo entero. Esto implica establecer incentivos fiscales y subvenciones para empresas que inviertan en innovación, lo que no solo fortalecerá la industria local, sino que también permitirá a las industrias nacionales competir en un mercado global cada vez más digital.

En segundo lugar, la capacitación y el desarrollo de habilidades son absolutamente esenciales. Con el avance de la automatización, la inteligencia artificial, la transición energética y las telecomunicaciones, la fuerza laboral debe estar equipada para adaptarse a las nuevas demandas del mercado. En paralelo, los programas de investigación y formación profesional, las alianzas entre el sector público y privado, y la educación continua deberán asegurar que el talento humano no enfrente el desempleo estructural. La educación juega un papel crucial en este contexto. Asegurar que todas las personas tengan acceso a una educación de calidad, beneficia a los individuos y fortalece la base económica del país, apoyando el desarrollo de las industrias locales.

Tercer aspecto: una PSI moderna debe considerar las cadenas de suministro globales. En el mundo interconectado de hoy, es crucial integrar las industrias locales en redes de suministro internacionales. Esto implica establecer asociaciones estratégicas para asegurar el acceso a materias primas y tecnología y atraer al territorio a las empresas que aporten nuevas soluciones y desarrollo de estas mismas cadenas.

Cuarto: Las políticas ambientales deben ser una prioridad en el diseño de una PSI revisada. Con el cambio climático como una preocupación global, las industrias deben ser incentivadas a adoptar prácticas sostenibles y a reducir su huella de carbono. Las regulaciones ambientales y los incentivos para el desarrollo de tecnología limpia fomentarán una industria más verde y sostenible.

Quinto: es imperativo mantener un enfoque equilibrado en las relaciones comerciales internacionales. Si bien el proteccionismo busca defender los intereses nacionales, es importante evitar el aislamiento económico. La ratificacion y vigencia de todos los acuerdos comerciales de los que México es parte, bajo los principios de justicia y equidad, son la base para conservar el acceso preferente a los mercados para las exportaciones y asegurar el acceso a productos y tecnologías indispensables.

Sexto: para una PSIr eficaz, es fundamental resolver la problemática de las prácticas oligopólicas y la concentración de la riqueza. Este problema donde unas pocas empresas dominan sectores enteros, generando barreras para la entrada de nuevos actores y limitando la competencia, desincentiva la innovación, puede llevar a precios más altos y con menor calidad en los productos y servicios. En el contexto de una PSIr, la presencia de oligopolios puede impedir el desarrollo de industrias locales dinámicas y diversas. Para contrarrestar este efecto, es fundamental aplicar medidas antimonopolio efectivas, enfocadas en desmantelar prácticas empresariales que restrinjan la competencia, como la fijación de precios y la exclusión de competidores potenciales.

Séptimo: es crucial fomentar un entorno donde las PYMEs puedan prosperar, proporcionando incentivos fiscales, acceso a crédito de fomento y apoyo técnico para facilitar su crecimiento.

Octavo: La desigualdad económica no solo es un problema moral, sino que representa una barrera significativa para el desarrollo económico sostenible. Un alto nivel de desigualdad puede limitar el acceso a oportunidades y recursos necesarios para emprender negocios o innovar, lo cual es esencial para el éxito de la sustitución de importaciones. Combatir la desigualdad requiere un enfoque multidimensional. Entre estas dimensiones, las políticas fiscales progresivas, donde las empresas más prósperas paguen una proporción justa de impuestos, pueden generar los ingresos públicos necesarios para financiar inversiones, servicios y programas de impulso al desarrollo igualitario. Estos fondos también pueden invertirse en educación, salud y capacitación laboral, asegurando un mejoramiento de la calidad de vida y más oportunidades de desarrollo social.

Noveno: es igualmente importante promover políticas de inclusión financiera que faciliten el acceso al crédito y a servicios bancarios para todos los sectores de la población. Esto no solo estimula la creación de nuevas empresas, sino que también ayuda a integrar a más personas en la economía formal, reduciendo la pobreza y la desigualdad.

La crisis actual del capitalismo que genera pobreza, inflación y altos niveles de endeudamiento a nivel mundial, impulsa a la administración Trump a revisitar el proteccionismo, creando un contexto ideal para una PSI REVISADA, AVANZADA y NACIONALISTA para nuestra economía, basada en la innovación tecnológica, el desarrollo del talento, la integración global, la sostenibilidad ambiental y el equilibrio en las relaciones comerciales.

Sin embargo, para que una PSI REVISADA sea efectiva, es crucial abordar de manera proactiva los desafíos de un mercado oligopólico y la desigualdad económica. Establecer límites claros al poder de mercado y promover un entorno económico más equitativo que beneficie a las PYMES, contribuirá a una economía más resiliente y justa.

En última instancia, una PSI REVISADA, más allá de reducir la dependencia de importaciones, deberá constituirse en el basamento de un NUEVO MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE MÉXICO.

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