En plena Guerra Fría, en 1958, se publicó la novela política El Americano Feo (The Ugly American), que describe a los estadounidenses por su insensibilidad hacia el idioma, la cultura y las costumbres locales en países del hemisferio sur, que contrastaban marcadamente con la diplomacia soviética que se ganó la cercanía de numerosas naciones en Asia, África y América Latina.
Esta obra incidió en la creación del llamado ‘poder suave’ estadounidense, entre cuyos actores figura de manera destacada la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), fundada en 1961, que desarrolló programas de asistencia humanitaria, apoyo a la salud y el medio ambiente, entre otros.
Hoy China desarrolla ‘la Franja y la Ruta’ una iniciativa geopolítica que lo mismo construye puertos en Perú y Pakistán y sistemas de enseñanza en línea en El Salvador, que la sede de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en Etiopía.
Asimismo, el mundo atestigua éxodos masivos de personas en Gaza, Siria, Sudán, República Democrática del Congo, Ucrania, por genocidio, guerra, hambruna y violencias sistémicas. Sólo de Venezuela 7.7 millones de personas se han visto forzadas a dejar sus hogares.
En 2025 el presidente Donald Trump ha puesto de cabeza la ayuda externa estadounidense, alegando que está dominada por la agenda liberal. Ha desmantelado a USAID y puesto a revisión por 90 días el Programa de Población, Refugio y Migración (PRM), que apoya el trabajo de la Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR. Parece que algunos diplomáticos de hoy no aprendieron las lecciones de El Americano Feo.
A su vez, ACNUR financia el trabajo de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la Comar, que se vio desbordada para procesar 146 mil solicitudes de asilo en 2023. ACNUR paga la nómina de dos terceras partes de los 220 empleados de Comar; también apoya a 140 albergues con 194 trabajadores.
Para decirlo en una frase: el sistema mexicano de asilo se caería de la noche a la mañana si Trump le cierra la llave. Si destruye la arquitectura del asilo en México, podría detonar mayores flujos hacia EU.
Quienes conocemos la extraordinaria tarea que cumplen los albergues de migrantes de la sociedad civil y de las iglesias, así como la labor de ACNUR, nos pronunciamos por defender el sistema de asilo en México, de manera que las personas a quienes les va la vida de por medio tengan acceso a la protección internacional. Planteamos al Gobierno de México:
1. La crisis humanitaria en México hoy hace de migración y refugio asuntos prioritarios de seguridad humana. Es imperativo garantizar recursos frescos para la operación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que terminen la dependencia absoluta de recursos del exterior. Su nueva titular, Xadeni Méndez Márquez, está comprometida con su mandato. La información recientemente difundida sobre el incremento de recursos a Comar resultó infundada.
2. La formulación de una estrategia para la integración laboral y social de las personas refugiadas. ACNUR ha desarrollado un programa de integración de refugiados, gracias al cual han sido empleadas 50,000 personas en 600 empresas, sobre todo en los estados de Coahuila, San Luis Potosí, Nuevo León, Jalisco, Aguascalientes, y Guanajuato, entidades que junto con las de la frontera norte registran centenares de miles de puestos de trabajo vacantes.
Integrante de @pormxhoy