Las últimas cifras de las encuestas reflejan que la retórica del enfrentamiento y de la confrontación se vive en los siete estados clave prácticamente divididos por la mitad en cuanto a lealtades y propensión de preferencias para una y otro, dado el veneno político esparcido entre ambas campañas incluso por vía de tácticas de desinformación y desacreditación con el uso de la Inteligencia Artificial.

Así como la ola de crecimiento a favor de Harris ha llegado a su techo en los potenciales electores que han sido consultados en sus preferencias por las encuestas, Trump se mantiene consistente y con márgenes estrechos a favor en la mayoría de los estados indecisos clave: Pensilvania, Arizona, Georgia, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Nevada, lo que para los especialistas encuestadores lo sitúa a pesar del modesto pronóstico favorable, en el punto muerto del empate técnico.

Dicha matriz de improperios se reproduce en las Encuestas nacionales y en los pronósticos sobre el Colegio Electoral (instancia decisiva del triunfo dado que el sistema de elección es indirecto).

Imagen de Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Reyes
Imagen de Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Reyes

Pueden presentarse tres escenarios para la elección presidencial del próximo 5 de noviembre:

  1. Harris gana.

En la semana del 20 al 30 de octubre, la Presidencia de Biden puede decidirse  a dar un evento/golpe político, judicial o militar espectacular que muestra la capacidad de Estados Unidos de intervenir en un teatro de operaciones internacional y/o ante un liderazgo desafiante para la política exterior / vida pública de Estados Unidos.

Venezuela, México, Medio Oriente y/o la guerra ruso-ucraniana son el corazón de sus primeras alternativas, con riesgos y costos calculados, pero que buscaría beneficiar a la campaña de la candidata Harris.

La votación anticipada en cerca de 400 sitios del país así como la flexibilidad del gobierno de Biden para que haya registro masivo de nuevos ciudadanos migrantes para su legalización (al grado de que ya han tenido que prestar su juramento ante un juez sino ante un oficial federal de migración), resultan ser un universo que no pudo ser valorada ni advertida en las encuestas nacionales y se convierte en un factor determinante en los estados indecisos en disputa, sobre todo donde el voto migrante latino puede inclinar la balanza en el Colegio Electoral.

En este escenario sorpresa, nuevamente los demócratas y ahora K. Harris podrían verse beneficiados como en el proceso electoral del 2020.

  1. Trump gana.

Trump pierde el voto mayoritario nacional pero gana más de 270 votos electorales en el Colegio Electoral. Los demócratas reconocen el triunfo del republicano.

Los efectos devastadores del Huracán Helene y los indicadores de crisis de la economía nacional y los niveles de inflación, combinados con  la operación de desinformación de incompetencia e irresponsabilidad gubernamental endilgados por Trump al gobierno de Biden, inciden contra las posibilidades de victoria de Kamala Harris.

  1. Trump o Harris, gana.

Gana ante los ojos del mundo Kamala Harris el voto mayoritario nacional y más de los 270 votos del Colegio Electoral.

Trump, JP Vance y sus partidarios desafían el resultado y alegan en los tribunales fraude electoral.

Los demócratas dan la batalla en tribunales y se acredita su triunfo.

Alternativamente la movilización nacional y al final la inflexibilidad de los republicanos y la revuelta civil nacional que alega el fraude, dando a Trump como vencedor la Suprema Corte estadounidense.

Cajón de sastre. México ante la elección presidencial estadounidense.

Esperemos que no haya un conflicto post electoral presidencial Trump/Harris después de la primera semana de noviembre.

La Presidencia de la Dra. Claudia Sheinbaum ha hecho lo tácticamente idóneo para preparar a su gobierno y la economía nacional ante una ofensiva frontal de confirmarse Harris o de llegar Trump a la Presidencia.

Será importante para su administración a corto y mediano plazo, renovar las expectativas de la eficacia y legitimidad en la implementación de la nueva reforma del poder judicial y Estado de Derecho, tanto para las inversiones nacionales e internacionales, más allá del horizonte de las objeciones y cautela del gobierno y el empresariado estadounidenses y la previsible problemática renegociación del TMEC post elección.

Las consecuencias de la epidemia del fentanilo en el vecino país y el expediente abierto del sistema político y judicial estadounidense del Chapo Guzmán/Genaro García/”Mayo” Zambada, son fuente fértil para que intenten realizar nuevas operaciones encubiertas o contra capos y político mexicanos, sin consulta ni colaboración estrecha de la Presidencia mexicana.

En tales circunstancias, la resolución y capacidad de negociación del gobierno mexicano, deberán afirmarse ante toda nueva embestida gubernamental estadounidense en suelo mexicano.

Para nuestro país el desenlace electoral del proceso americano repercute de múltiples formas: en la política exterior, en materia de seguridad nacional y seguridad interior, comercio exterior, inversión extranjera, migración, por citar algunos rubros.

Es una elección importante para el mundo y para México significa una reconfiguración política y de su gobernanza.

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