Hacia el cambio de siglo un economista de Goldman Sachs definió como un bloque emergente a las economías de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) -vaticinando un crecimiento sostenido- que les permitiría competir hacia el año 2050 con el G7 (USA, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Japón, Italia y Alemania).
Uno de los objetivos de ese conglomerado de naciones es equilibrar el mundo bancario y financiero occidental con nuevos bancos e instituciones que pueden financiar proyectos de desarrollo del “Sur Global”.
Hacia el 2010 Sudáfrica se incorporó a este alineamiento y hoy otras naciones poderosas -como Emiratos Árabes Unidos- reflexionan sobre su incorporación.
Y efectivamente, algunas de esas economías retan hoy a las potencias occidentales, aunque el logro de sus objetivos hegemónicos aún es cuestionable (https://www.project-syndicate.org/commentary/brics-china-russia-india-do-not-represent-global-south-and-have-own-rivalries-by-joseph-s-nye-2025-01/spanish).
Han pasado 25 años.
La posición reciente de Donald Trump -mediatizada por su guerra arancelaria- ha sido contundente descalificando sus alcances y amenazando con imponer mayores tasas a los aranceles a esas naciones y a quienes deseen aliarse a los BRICS.
Hagamos un paréntesis.
En su segundo mandato, hay una especie de cambio abrupto en la noción de la temporalidad en la geopolítica global que intenta introducir la Presidencia de Trump.
La noción del tiempo radical es una concepción de Trump del corto plazo, en el que se concibe y se contempla a sí mismo revolucionario del poder de Estados Unidos en el mundo, en el puede “ser lo que él quiera”.
En el nuevo corto plazo del Presidente Trump, el cronos implica una dialéctica unilateral del actodecisivo/noeseldecisivoaún/asúmelocomoeldecisivo en sus decretos/políticas/órdenes ejecutivas, nuevas leyes de la selva/hegemonía estadounidense dictadas al mundo.
Si las naciones (gobiernos, sociedades, economías, negocios) no se pliegan a la voluntad, objetivos, prioridades, designios y decisiones en tiempo radical decisivos/nodecisivos dictados por la Oficina Oval de Trump, deben atenerse a las consecuencias.
Lo que es un hecho, es que la economía norteamericana está sobre endeudada y el costo del aparato militar gigantesco absorbe buena parte del gasto, más las consecuencias cuyas dimensiones no sabemos aún -en el corto plazo trumpiano y en el no trumpiano- sobre la economía estadounidense y la global.
Dada esta nueva noción del tiempo, se está interiorizando por el mundo la dinámica caótica/estratégica/espectacular/intimidante de la Presidencia de Trump.
Volvamos.
¿Debe México seguir ese camino de diversificación y alineamiento ante las embestidas estadounidenses?
Y si no nos cegamos por el microuniverso de este corto plazo de Trump, o el del corto plazo de las dinámicas de la economía global y nuestras prioridades nacionales ante la era multipolar de competencia económica mundial (...)
¿Debe desalinearse México en lo estratégico del nudo de alianzas e intereses de naciones adversarias a Estados Unidos apostando por una integración consistente de mediano y largo plazo con la potencia mundial estadounidense /el continente americano?
Debemos recordar que la variable del microcosmos radical del corto plazo de Trump no es sólo de él: es una puesta a prueba de la élite/establishment gubernamental militar respecto al mundo, que implica la planeación de escenarios decisivos, más allá de la Presidencia cortoplacista/caótica/pragmática de Trump.
Ante Trump, con la Dra. Sheinbaum por ahora México ha tenido y mantiene una posición de extrema prudencia -no reactiva ni disfuncional en lo fundamental- mientras crecen las opiniones, escenarios y contextos de conspiración/confrontación entre ambos gobiernos, dado el clímax de los asuntos binacionales políticamente explosivos en materia de migración, economía comercial, seguridad y crimen organizado.
En ese marco, consideramos que ha sido conllevado con inteligente cautela el diversificar relaciones geopolíticas y diplomáticas el envío del canciller De la Fuente a Brasil -en días pasados- a la última reunión de los BRICS, sin descuidar nuestras relaciones con Asia y el resto de América Latina.
Hasta ahora la incertidumbre desatada por las aguas profundas de las decisiones de Donald Trump, apuntan a que comete un grave error al imponer de manera arbitraria tasas más altas de aranceles a México, al provocar escasez de materias primas y de productos manufacturados indispensables para la industria norteamericana, la inflación puede presentar un aumento crítico imprevisto, además de que se desarticulan ya las cadenas de producción íntimamente vinculadas y las inversiones de mediano plazo, como ya lo muestra la industria automotriz en México.
Concluyamos.
La expectación, credibilidad, popularidad y eficacia de las amenazas, intimidaciones y vía sables arancelarios de Trump ha iniciado un ciclo de riesgos, desprestigio y boomerang, pero sigue siendo una de las armas de ejercicio de poder favorita del Presidente Trump, en tanto puede imponerlas y cambiarlas a capricho, el Congreso estadounidense no se atreve a entorpecer y cada país/aliado/adversario busca su método de reacción soberana o de control de daños.
Ante las constantes embestidas de Trump quien sobreactúa para conservar la hegemonía estadounidense -militar y con su tablero de sables arancelarios- México debe razonar y decidir sobre lo pertinente de abrir sus relaciones diplomáticas al resto del espectro mundial.
China consolida su potencial industrial y tecnológico y sin duda alguna también construye una nueva hegemonía imperialista y lo hace a una velocidad innegable.
Cada vez más todo lleva a México a tomar su propia apuesta.
Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).
Juan Carlos Reyes Torres es Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, con estudios en Ciencia Política y Administración Pública por la UNAM y profesor de Teoría del Estado.
Coautores de Para entender la 4T (2019), con el sello editorial de Stonehenge México.