Un año clave para ella, para la 4T, para México.

Su ascenso lleno de desafíos define su biografía: perseverante, paciente, estratégica, firme.

Avanza sin aspavientos ni estridencia, es constante, determinada.

Se hizo de la candidatura presidencial, convencer sobre su lealtad y eficacia a un líder social, político y Presidente como AMLO fue una tarea extremadamente compleja.

Un líder desconfiado y astuto, golpeado duramente por sus enemigos durante décadas había construido un tablero de ajedrez para definir la sucesión: ella portaba atributos reales, disciplina y estrategia.

Triunfó en la cruenta disputa por el poder.

La elección no fue un pase automático, amarrar alianzas con grupos internos y gobernadores, potenciar con su presencia territorial la maquinaria del partido, revisar la eficacia de la operación de los Servidores de la Nación.

Pero también los mensajes (como el exitoso mediáticamente Segundo Piso de la 4T) los medios, las redes sociales digitales, su relación con los hombres del dinero, una operación impecable.

Todos quienes ostentan y ejercen poder en México fueron consultados por la Dra. Sheinbaum.

El triunfo fue contundente, arrollador, inobjetable.

Fue el trabajo conjunto de dos personalidades, por eso atravesamos un ejercicio inédito: el carácter dual de poder en la entraña de la 4T y de la trascendencia del poder presidencial, que no podrá ser permanente: ella aprende rápido, muestra talento y sensibilidad.

Así lo demuestra su acercamiento y el cultivo de su agenda presidencial en uno de los nichos centrales con gran futuro de la 4T: las comunidades y pueblos originarios.

El universo social indígena mexicano, el de los más pobres entre los pobres del país, nuestros salvadores culturales y nacionalistas.

Ella sabe ahora el porqué lo tenían muy claro y comprometido en sus proyectos de nación Lázaro Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.

Hace lo propio.

Como lo ha hecho para evitar que los mercados internacionales se vuelvan contra su gobierno y el futuro de la economía, desde antes y durante el inicio de su mandato presidencial.

El logro de sortear que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no fraguara en el momento final decisivo un golpe faccioso contra la nueva reforma del poder judicial federal.

A contrarreloj por el regreso de Trump a la Presidencia de Estados Unidos y en sintonía pragmática con la política de su predecesor de “Abrazos no Balazos”, recrea sus propias fortalezas para andar sus pasos de gobernabilidad recuperar bastiones estatales y locales de poder del Estado mexicano, ante la percepción dominante y realidades de inseguridad pública y narcocriminalidad.

Ese contrarreloj de poder geopolítico explica en parte la necesidad del gobierno mexicano de resultados a corto plazo: revertir la convicción cercana al 40% de la opinión pública nacional, de que para resolver el problema de la violencia en México estaría bien que el gobierno de Washington intervenga unilateral y militarmente en nuestro país.

Eso es miel política para el nuevo mandato de Trump y por supuesto una afrenta soberana para México, pero las preocupaciones objetivas sobre la gobernanza de la violencia son sintomáticas.

Claudia Sheinbaum crecerá ante los retos y desafíos complejos del futuro inmediato.

Todos los testimonios indican que es sumamente responsable, dedicada y pendiente de los retos.

Su primer equipo deberá ser reforzado, los sobrevivientes deberán crecer y madurar aceleradamente, los recomendados -de no convertirse en indispensables, ejemplaridad en anticorrupción y eficazmente discretos en sus encomiendas- concluirán su ciclo.

Ella se empodera, las adversidades la fortalecen y evidencian su madurez como gobernante.

Ante los caprichos de Trump, sus revanchas y venganzas, el ingenio estratégico, la creatividad, el valor y determinación de la Primera Presidenta de México se ofrecen, y por si fuese poco lo anterior, sabe el valor que ha adquirido para la sociedad mexicana: la honestidad con el país en y desde la Presidencia.

De ahí la importancia de la lectura como la de Ben Ansell, politólogo británico autor de ¿Porque fracasa la política? (Editorial Ariel, 2023), quien problematiza la existencia de “la voluntad del pueblo” como trampa de la democracia, advierte los males y fracasos que contrae  el egoísmo político e insiste en la relevancia de la política para saber actuar colectivamente, preparar a la sociedad y a las instituciones para los desafíos que se tienen.

Una nación con una imponente cultura, sobreviviente de cataclismos y pandemias, con constelaciones raciales y familiares probadas saldrán adelante.

La cohesión política del país debe seguir avanzando y amalgamando metas ante lo que se presentará por muy ominoso que resulte, los hijos bien nacidos de la patria se sumarán al liderazgo de la Presidenta Claudia, vale la pena que lo meditemos y actuar con sentido común soberano.

Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).

Juan Carlos Reyes Torres es Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, con estudios en Ciencia Política y Administración Pública por la UNAM y profesor de Teoría del Estado.

Coautores de Para entender la 4T (2019), con el sello editorial de Stonehenge México.

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