Ante el embate de Donald Trump con la aplicación de una agresiva política migratoria, una amenazante política comercial y una nueva política exterior desestabilizadora ante un mundo multipolar, México debe reunir en un solo frente a sus mejores activos.
Un precedente fue la Presidencia de Manuel Ávila Camacho, quien invitó a colaborar en su gobierno al ex Presidente Gral. Lázaro Cárdenas, al aceptar ser su Secretario de Guerra, en medio de la Segunda Guerra Mundial y con Estados Unidos propiciando alianzas y su hegemonía como potencia mundial.
Dado que Lula da Silva no se lo ha propuesto, José Mujica lamentablemente ya no se encuentra activo, que no parece estar en los objetivos de la Presidencia uruguaya y que vendrán elecciones presidenciales muy importantes como la de Chile, asumimos que México y América Latina pueden tener un activo estratégico en el expresidente Andrés Manuel López Obrador para impulsar una cohesión en el hemisferio latino caribeño.
López Obrador transformó las relaciones sociales y políticas de México, concluyó su gobierno con un alto índice de aprobación, sigue siendo admirado y querido por la mayoría de la población.
Sumado a su progresiva popularidad en México e imagen pública cada vez más respetada de la propia Dra. Sheinbaum en el mundo, México configura una fortaleza de proyección soberana dentro y fuera del universo de países no alineados a Estados Unidos de América, factor que puede a su vez fortalecer el propio capital político internacional de AMLO, como personaje incansable y reconocido como actor fundamental que puede contribuir decisivamente a la integración y defensa de América Latina.
La Presidenta Sheinbaum puede invitarlo a confeccionar un nuevo alineamiento latinoamericano que revalide nuestro papel económico y cultural en el mundo geopolítico convulso.
Nuestras materias primas deben ser revaloradas en el mercado mundial, nuestros recursos naturales potenciados y cuidados como parte de un equilibrio ambiental mundial.
La histórica ascendencia de la trayectoria de AMLO con Salvador Allende, Fidel Castro, José Mujica y líderes sociales de izquierda mexicanos como Cuauhtémoc Cárdenas y por supuesto latinoamericanos, así como por su actual y estrecha relación de respeto con Lula da Silva, Gustavo Petro, Nicolás Maduro, Miguel Díaz Canel, serían el primer aro de acercamiento genuino del expresidente mexicano hacia la conformación de un nuevo mecanismo de diálogo y coliderazgo fecundo y de defensa de la soberanía de las naciones latinas y del caribe.
Seguramente las diversas instituciones y mecanismos de concertación actuales en América latina pueden albergar los esfuerzos y capacidades del expresidente López Obrador como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América Latina (ALBA) y el MERCOSUR.
De decidir no integrarse a una de esas instancias regionales, como hilo coyuntural de nuevo calado en la política exterior de México y desde sus embajadas honrosamente representadas en América Latina, proponemos que la Presidencia de México pueda valorar que se convoque a la creación de un nuevo organismo latinoamericano que pueda presidir el Lic. Andrés Manuel, instancia que puede tener un futuro viable por la naturaleza de su agenda mínima, común latina y de relevancia excepcional para el significado de la Presidencia de Trump 2.0 en el mundo global actual.
Dentro de los ejes temáticos de esa posible agenda sería articular respuestas conjuntas ante el nuevo gobierno de Washington, teniendo la soberanía nacional como principio rector, la autodeterminación y la política de no intervención; impulsar nuevos procesos de integración entre gobiernos, liderazgos sociales, universidades y comunidades indígenas latinoamericanas; fortalecer la agenda de la Dra. Sheinbaum respecto a la promoción de derechos humanos (como la protección de los derechos de migrantes niñas y niños y adolescentes/mujeres y de las comunidades de la diversidad sexual), el funcionamiento eficaz de las cortes internacionales de justicia y por supuesto, todo lo que pueda sustentar procesos de cultura de paz y propuestas latinoamericanas de transformación de la Organización de las Naciones Unidas.
Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).
Juan Carlos Reyes Torres es Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, con estudios en Ciencia Política y Administración Pública por la UNAM y profesor de Teoría del Estado.
Coautores de Para entender la 4T (2019), con el sello editorial de Stonehenge México.