Se modifican aceleradamente los escenarios de poder y de guerra en el mundo.
Mientras los electores testimonian a Biden perdonando delitos a su hijo Hunter y heredando más tensiones y conflictos bélicos en Siria, Rusia y Medio Oriente, se legitiman las acusaciones de Trump y los republicanos de que los demócratas representan un gobierno de caos e impunidad.
Pero el valor político del voto pro Trump es de doble cara en la misma moneda: sintetiza el pánico político ante la globalización, la hegemonía de China, la amenaza del exterior, en síntesis, la crisis existencial demográfica por la extensión como potencia mundial y como ciudadanos privilegiados.
Trump el sobreviviente de dos atentados, Trump el sobreviviente frente a Biden, Trump el sobreviviente del sistema judicial y del pantano de escándalos personales y financieros.
Trump mismo y cada elector pro Trump en un mismo nido de seducción política por sus propias redenciones.
Se votó por el diagnóstico de Trump, en China reside la causa del declive de Estados Unidos y de Occidente.
Un universo importante de electores que dieron la victoria a Trump desean un Presidente espectáculo, que resuelva y haga menos costosas las guerras fuera de Estados Unidos, que contenga radicalmente la presencia de inmigrantes ilegales, que logre debilitar a los BRICS +, y que recupere oportunidades económicas para estadounidenses.
A menos de 42 días de su arribo a la Presidencia, Trump ejerce ya el valor del voto elaborando su nuevo modelo de política, de negocios, de guerra, síntesis de sus alianzas de campaña presidencial, confrontacional, agresivo y presto a todo medio sin límite para medrar lo que se decida.
¿Podrá cumplirles Trump?
Ya está haciendo lo imposible o revestirá sus fracasos de triunfo espectacular.
México puede representar, lamentablemente, un punto y aparte, una nación espejo-demostración, un posible nudo de políticas performances para escalar sus políticas ante el pueblo estadounidense y el mundo, una plataforma pantalla para evidenciar que su palabra y su estrategia de comunicación presidencial y el modelo de negocios/guerra Trump 2.0 es firme y se cumple al precio que él determina, tanto para sus electores y para la era de dominación que pretende inaugurar frente a gobernantes aliados y líderes adversarios.
El reloj para que dé este golpe de demostración ya pendula en el mes de diciembre y será severamente instrumentado durante las primeras semanas después de que asuma la Presidencia en enero de 2025.
La Presidencia de la Dra. Sheinbaum ha reaccionado con entereza al desafío, busca ganar tiempo para su gobierno, respaldos y cohesión nacional e internacional, ya muestra primeros resultados en el fentanilo y busca avanzar en su estrategia de control de la inseguridad, y sobre todo, ha ofrecido que México no se prestará fácilmente al escenario de nación espejo-demostración que necesita Trump como artificio ideal para iniciar su nuevo liderazgo político global.
Vladimir Putin tampoco debe estar muy interesado en conceder una victoria política de la guerra que libra en Ucrania, al enemigo histórico de su patria, al líder del mundo occidental, al Trump su ahora aliado personal y táctico, por quien hizo secreta y eficaz campaña presidencial internacional contra los demócratas.
El reloj político y militar territorial de Putin y las condiciones para la paz que exige Zelenski distan mucho del modelo de ya no guerra que Trump prometió a sus electores estadounidenses.
China pauta con su predecible reloj oriental sus decisiones de poder geopolítico.
No tiene prisa en demostrar nada mientras su modernización armamentística va de perlas hacia una hegemonía sin par para 2050, cultiva su liderazgo de los BRICS + sin poner en dólar directamente en riesgo pero sí apostando por un circulo de operaciones y sistema de pagos alterno a EUA, y puede incluso dar un golpe de timón a corto plazo anti Trump, confirmando su invasión militar o una versión de integración de Taiwán bajo su dominación.
Sí, el valor político del voto de Trump es para sus electores y para su liderazgo, defensivo, de psicopolítica inmune, de venganza y redención histórica, política, económica, existencial.
Para Trump el valor político del voto de confianza recibido es profundamente íntimo, por eso todo obstáculo puede valer o será demonizado a su vez como una afrenta personal y contra su nación.
Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).
Juan Carlos Barrón es Licenciado en Administración, Maestro en Estudios para el Desarrollo por la Universidad de East Anglia (Norwich, Inglaterra) y Doctor en Filosofía del Desarrollo Internacional. Actualmente es Secretario Académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.