Recientemente asistí a un simposio de la Asociación de Universidades de la Región del Pacífico (APRU) sobre estrategias de prevención y mitigación de riesgos de desastres naturales. La mayoría de los asistentes proveníamos de países ubicados en las costas del Pacífico y pertenecientes al Anillo de Fuego, como Malasia, Indonesia, Japón, Singapur y países de Norteamérica y América Latina. Esta zona se caracteriza por una alta actividad volcánica y sísmica, exponiéndonos a sismos, tsunamis, erupciones volcánicas, huracanes, tornados, inundaciones y deslaves.

En una de las primeras intervenciones, se presentó una evaluación con 100 indicadores de la exposición de los países a desastres humanitarios por eventos naturales (World Risk Index 2023), de acuerdo con su exposición y vulnerabilidad. Factores como la ubicación geográfica determinan la exposición, mientras que variables como la desigualdad económica, infraestructura, cobertura de salud y planes de respuesta determinan la vulnerabilidad.

Según esta evaluación, México ocupa el cuarto lugar más alto de riesgo de 193 países, después de Filipinas, Indonesia e India, debido a su alta exposición a desastres naturales y su vulnerabilidad. Cada año, enfrentamos desastres que afectan en mayor grado a las comunidades más vulnerables. Algunos ejemplos del reporte muestran que las personas en condiciones de pobreza pierden 2-3 veces más activos en un desastre natural y las personas con discapacidad tienen 400% más riesgo de morir en un desastre natural.

Aunque en México ha habido avances en la identificación, mitigación y respuesta ante desastres naturales, aún queda un amplio camino por recorrer. La preparación y respuesta varía significativamente entre entidades federativas, comunidades y personas. Carecemos de una estrategia integral para este tipo de desastres, tanto a nivel público como privado. Por ejemplo, solo el 6.5% de las casas en nuestro país cuentan con un seguro voluntario para desastres (AMIS). ¿Qué porcentaje de las escuelas y hospitales públicos cuentan con cobertura de seguros?

Los resultados del World Risk Index son consistentes con la realidad. Más de 2/3 de la población y casi 3/4 del PIB están expuestos a desastres en México (Banco Mundial). Estos resultados son un fuerte recordatorio sobre la importancia de contar con políticas públicas y programas integrales para reducir nuestra vulnerabilidad, especialmente en el contexto del cambio climático, en el cual se espera que estos fenómenos naturales se agudicen aún más.

Vicepresidenta de Integridad y Cumplimiento del Tec de Monterrey

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