Las ciudades más competitivas del mundo no solo atraen, desarrollan y retienen talento; también cuentan con ecosistemas de innovación que catalizan dicho talento. Una herramienta urbana que ha permitido detonar esto son los distritos de innovación: zonas diseñadas para integrar la investigación aplicada y el emprendimiento. En estos espacios de cocreación, típicamente converge el talento humano. La presencia de universidades y centros de investigación impulsa el pensamiento multidisciplinario, la generación de nuevo conocimiento y las actividades culturales. Además, son espacios que reúnen a startups, empresas y vecinos en una dinámica de convivencia y conexión única, contando con servicios y espacios públicos que fomentan la creatividad y la interacción.
Según el Atlas of Innovation Districts, los distritos de innovación más desarrollados comparten tres tipos de redes esenciales: talento, organizaciones y entorno físico. Estas redes permiten una coordinación efectiva que añade valor significativo a las comunidades en las que operan .
De acuerdo con el Global Institute on Innovation Districts (GIID), se estima que a nivel mundial existen más de 150 distritos de innovación emergentes y en evolución, que buscan convertirse en motores de crecimiento económico y desarrollo tecnológico . Los más exitosos se enfocan en un espacio territorial compacto y caminable, generalmente entre 1 y 4 kilómetros cuadrados, lo que facilita la interacción y colaboración entre los distintos actores del ecosistema.
Uno de los distritos más consolidados y conocidos es Kendall Square en Cambridge, Massachusetts, donde se ubica el MIT. Aunque la Universidad de Harvard no está físicamente en Kendall Square, forma parte del ecosistema, y la cercanía entre las instituciones ha facilitado la colaboración entre las comunidades universitarias. Un diferenciador clave de Kendall Square como distrito de innovación es su capacidad para traducir la investigación teórica en productos y servicios escalables que resuelven problemas del mundo real, lo que ha permitido el desarrollo de empresas innovadoras como Moderna, iRobot y Form Energy. Otro factor distintivo ha sido la concentración de fondos de inversión que han permitido escalar estas startups.
Otros referentes incluyen el Distrito 22@ en Barcelona y la Cortex Innovation Community en St. Louis, que han logrado transformar zonas industriales en polos de investigación e innovación, liderando la atracción de universidades y empresas de tecnología .
En el Tecnológico de Monterrey compartimos esa visión. Desde Ciudad de México, estamos desarrollando Distrito Tlalpan en nuestro campus Ciudad de México como un ecosistema urbano colaborativo que vincule la ciencia, la biotecnología, el emprendimiento y el impacto social. Inspirado en mejores prácticas, pero con raíces locales, Distrito Tlalpan busca ser un nodo de innovación al sur de la ciudad, articulando a estudiantes, investigadores, empresas, emprendedores, gobierno local y comunidad.
El reto no es menor. Requiere visión de largo plazo, gobernanza, inversiones estratégicas e inclusión. Las oportunidades son únicas: una economía más dinámica, una sociedad más equitativa y una ciudad que innova.
Vicepresidenta de los Campus de la CDMX Tecnológico de Monterrey