La presidenta Claudia Sheinbaum seguirá atendiendo las problemáticas que aquejan a las y los jóvenes con los programas que estableció el expresidente AMLO, en específico: Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) y la beca Benito Juárez que va dirigida a los alumnos de educación básica, media y superior para evitar la deserción y además, está proponiendo, entre otros proyectos, un programa de vivienda en el cual las juventudes serán prioridad, el aumento de la matrícula en la educación media superior y superior (330 mil lugares) y la beca Rita Cetina.

El primer piso de la 4T también avanzó en la ampliación de la oferta cultural y de esparcimiento, muy importante en la etapa juvenil. Un ejemplo, el Complejo Cultural los Pinos y el Parque de Cultura Urbana (PARCUR), en el cual las albercas abandonadas hoy son pistas aptas para patines, patinetas y deportes urbanos, conectados con el cablebús.

Es un acierto, de los gobiernos de la 4T, la implementación de programas que buscan mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Los de atención inmediata son los expulsados tanto de la educación como del mundo laboral, y que de manera ofensiva se les llamó ninis, ellas y ellos, son víctimas producto del neoliberalismo. Además, son la principal población expuesta al consumo de drogas, al crimen organizado o son forzados a la migración internacional.

JCF es un programa específico para dicha población. En un año se incorporan a una empresa en la cual se les capacita para el trabajo, reciben una beca equivalente a un salario mínimo y se les brinda servicio médico en el IMSS. Desde su implementación en 2019 a la fecha, lleva atendidos a 2.6 millones de jóvenes. Para dimensionar el avance, podemos decir que, en 2022, de acuerdo a la Ficha de monitoreo 2022-2023, que publican en conjunto el Coneval y Secretaría del Trabajo, la población atendida en 2022 fue 251,076 jóvenes. De acuerdo a la ENOE en ese año los jóvenes desempleados sumaron 1,012,417, es decir, atendió el 25% de ellos, no es dato menor, pues no debemos olvidar que estábamos saliendo de la crisis que originó la Pandemia. Si bien solo es por un año su beca, la Secretaría del Trabajo informa que el 60% de ellos han conseguido trabajo. Otro acierto es que atendieron a 40 mil mujeres jóvenes más que el total de los varones, porque dentro de la población juvenil desempleada, las mujeres sufrieron una tasa de desempleo mayor. En 2022 la tasa para ellas fue de 6.9% frente a una de 5.4% para ellos.

Desafíos, INEGI reporta para este año que 47.3% de los jóvenes están empleados en micronegocios, 21.5% en establecimientos pequeños y solo el 12.9% en grandes establecimientos. Es urgente un plan de industrialización que permita generar empleo formal, pues otro sector muy importante que necesita atención, son los 9.5 millones de jóvenes en la informalidad. Cada vez la proporción de ellos en relación a la población total es menor, no podemos dejar que sigan muriendo en la economía criminal o que se vaya el equivalente al 11.5% de la PEA ocupada juvenil, que son 1.5 millones de jóvenes mexicanos, que están trabajando en Estados Unidos.

Investigadora Asociada del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM e Integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social, CACEPS.

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