La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) es “una agencia federal independiente responsable de planificar y administrar la asistencia económica y humanitaria en el mundo.” Así se define en su propio portal. Fue creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy. De entonces a la fecha, ha brindado apoyo en más de cien países para promover el crecimiento económico, la salud, la democracia y los derechos humanos.

Donald Trump está haciendo lo necesario para desaparecerla. Hace unos días dijo que “está dirigida por un puñado de lunáticos radicales y los estamos echando". Así que, de la mano de Elon Musk, ha dado los primeros pasos para cerrarla.

Esto tendrá efectos importantes para nuestro país. Por ejemplo, el proyecto “México partnership for Net Zero Cities”, del que son parte los gobiernos de Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Hermosillo y Mérida para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, está en riesgo. Peligran también iniciativas que han apoyado la conservación de la selva en el sureste.

A nivel regional, la USAID se alió con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, para implementar en Guatemala, El Salvador y Honduras el programa “Sembrando Vida”, cuyo objetivo era generar empleos y reducir el fenómeno migratorio. Justamente los migrantes en situación más vulnerable se verán también afectados, pues esta agencia apoya a muchos de los refugios para personas en esta condición.

Entre sus esfuerzos también está el reducir delitos como la tortura o la desaparición forzada. A lo largo de los años ha destinado millones de dólares para apoyar la identificación de restos humanos y ha sido aliada del Mecanismo de Protección de Periodistas, De hecho, ha colaborado con la Secretaria de Gobernación para proteger los derechos humanos.

Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum no se opone a su desaparición. “Tiene tantas cosas la USAID que, la verdad, sí, mejor que la cierren”, dijo ante los medios de comunicación. Y es que considera que esta organización ha financiado a sus opositores.

La polémica viene desde la anterior administración, debido al apoyo que la USAID otorgaba a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Si bien esta organización fue creada desde el sexenio de Peña Nieto, fue el expresidente López Obrador quien la atacó de forma recurrente. La consideraba como adversaria y la acusaba de ser parte de la oposición.

La realidad es que la USAID ha sido cuestionada desde siempre en varias latitudes. La señalan como una vía encubierta de intromisión por parte de los Estados Unidos. A muchos gobiernos no les gusta que promueva la libertad de expresión, el combate a la corrupción y la defensa de periodistas o activistas.

En contraste, muchas organizaciones globales de derechos humanos aplauden su existencia. Sin embargo, esta vez la crítica a la USAID viene desde la propia Unión Americana. El presidente Trump no comparte el planteamiento de que los países ricos deben asistir a los pobres en su desarrollo. Desde su perspectiva no es apoyo, si no abuso.

Por ahora se ha topado con algunos impedimentos para desaparecerla. Un juez ha impedido temporalmente el despido de muchos de sus empleados. Pero está empeñado en ello y seguramente ocurrirá. Ya veremos los efectos para el medio ambiente, la salud, la libertad de expresión y los migrantes. Ya veremos si era sensato o no aplaudir su desaparición.

@PaolaRojas

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