Con este hashtag, las organizaciones “Yo creo un México mejor” y “A favor de lo mejor” nos convocan a todos los mexicanos a trabajar unidos a favor del país. Luego de meses de campañas llenas de agresiones y de años de mensajes polarizantes, proponen crear una “ola de unidad que demuestre nuestro compromiso compartido de crear un futuro mejor para todos”.

En su comunicación, creada antes de que se viviera la jornada electoral, destacan los muchos momentos en los que hemos salido adelante colaborando en equipo, como en los terremotos y en los huracanes, “donde no importan las ideologías, ni los colores, ni los partidos.”

Coincido con estas organizaciones en la urgencia de tener un cambio en la narrativa. Los retos que tenemos por resolver son inmensos y podremos enfrentarlos de mejor manera si sumamos fuerzas todos. La confrontación y la estridencia, además de agotadoras, son inútiles. Urge reenfocar toda esa energía y toda esa pasión hacia algo más edificante, que nos permita construir juntos y respetarnos con nuestras diferencias.

En esta circunstancia, es esperanzador el discurso de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Luego de saberse ganadora habló de un México plural, diverso y democrático. Al referirse a quienes no votaron por ella, dijo que el disenso forma parte de la democracia y que su deber será siempre velar por todos los mexicanos. “Aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz y en armonía para seguir construyendo un México justo y más próspero.”

Habló también de respetar la libertad de expresión y la libertad de prensa, así como “ la diversidad política, social, cultural, religiosa, de género y sexual”. En medio de la zozobra de muchos por la falta de contrapesos para la siguiente administración, enfatizó su convicción de “jamás crear un gobierno represor o autoritario”.

Por otro lado, el que sea Juan Ramón de la Fuente quien encabece los trabajos de transición es una señal importante. Además de su gran trayectoria, se trata de un perfil moderado y capaz de tender puentes con muchos sectores de la sociedad.

Es buen momento para iniciar un proceso de reconciliación nacional en el que la prioridad sea la construcción de paz. La violencia criminal ha ganado terreno, y si seguimos divididos por diferencias ideológicas, les seguiremos cediendo aún más poder. Por eso hay que poner al centro la unidad y la concordia. Toca demostrar que sí es posible discrepar y colaborar, simultáneamente. No es un pensamiento homogéneo, pero sí un objetivo común: trabajar a favor de México. Estemos Unidos Mexicanos.

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