El asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz la mañana del martes 20 en Calzada de Tlalpan nos ha estremecido, ambos eran cercanos colaboradores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. Perdieron la vida en un artero y cobarde ataque dos talentosos profesionistas, buenos servidores públicos, compañeros de Morena y hermanos de causa. Perdieron la vida a manos de un certero gatillero, cada bala dio en el blanco.

La tragedia ha dado mucho de qué hablar a opinadores y analistas, sin embargo, por ahora no sabemos por qué a ellos, quién disparó, qué hay detrás del ataque, quiénes son los autores intelectuales, por qué ese día y a esa hora.

En estos momentos cualquier especulación estorba más de lo que ayuda, estoy cierta que pronto conoceremos la verdad, no habrá impunidad y se hará justicia.

Mayoritariamente, dicen “los que saben”, que los asesinatos son atribuibles al crimen organizado, particularmente a un cártel del narcotráfico, cuya bajeza llevaba implícito un mensaje. Si esto es así, quiere decir que las acciones en materia de seguridad han incomodado profundamente a los delincuentes y que las estrategias han sido eficientes. De ahí su cruenta respuesta.

La realidad es que los gobiernos de la Cuarta Transformación han combatido el crimen y la corrupción, desmantelando las complicidades entre el poder político, económico y delincuencial, por lo que la autoría intelectual puede estar agazapada en cualquiera de estas esferas o en todas.

Como quiera que haya sido, éste es momento para la unidad nacional, no para la confrontación, la especulación y la comentocracia, porque no son pocos los retos que está enfrentando el Estado mexicano.

Tanto el gobierno federal como el capitalino han apostado por la seguridad y la justicia, enfrentando el reto con altura de miras y a pesar de todas sus vicisitudes; paralelamente, ante las tensiones derivadas de la relación con Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum ha demostrado valentía y entereza, priorizando siempre la soberanía nacional y el bienestar de las mexicanas y mexicanos, lo que le ha permitido salir bien librada de todas las intentonas desestabilizadoras, evitando daños colaterales para nuestro país.

No podemos perder de vista el fortalecimiento de la política de bienestar, así como los programas impulsados para mejorar los servicios de salud y seguridad social del IMSS y el ISSSTE, en un momento, donde se tuvo que echar mano de recursos públicos para atender a nuestras hermanas y hermanos migrantes.

Como ningún otro gobierno, tanto el del presidente López Obrador, como el actual de la Dra. Sheinbaum Pardo, han apoyado a las y los maestros, reconociendo su trabajo y aportaciones a través de la dignificación pública y expresa de su labor, de incrementos salariales inéditos y dando respuesta a sus demandas más sentidas; no obstante, la CNTE se encuentra inconforme, tomó el Zócalo de la ciudad y se declaró en plantón indefinido.

Sostengo que son momentos de unidad nacional y de solidaridad con el Estado, porque es evidente que los avances y logros alcanzados están incomodando a quienes se benefician del caos, la corrupción, el miedo y la impunidad.

La respuesta ciudadana debe ser tan sensible y profunda como lo que está ocurriendo.

Paola Félix Díaz-Activista Social

@larapaola1

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